viernes, 4 de noviembre de 2016

Norma




Norma

Tragedia lírica en dos actos.

Música de Vincenzo Bellini (1801-1835)

Libreto de Felice Romani, basado en la obra de teatro Norma, ou l'infanticide (1831) de Alexandre Soumet

Estrenada en el Teatro alla Scala de Milán, el 26 de diciembre de 1831
Estrenada en el Teatro Real el 14 de noviembre de 1851

Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con el Palau de les Arts de Valencia y la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO)

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

Ficha Técnica:


Dirección musical: Roberto Abbado
Dirección de escena: Davide Livermore
Escenografía: GIÒ FORMA
Figurines: Mariana Fracasso
Iluminación: Antonio Castro
Vídeo: D-WOK
Dirección del coro: Andrés Máspero

Personajes principales e intérpretes.

Pollione: Gregory Kunde
Oroveso: Fernando Radó
Norma: Maria Agresta
Adalgisa: Karine Deshayes
Clotilde: Maria Miró
Flavio: Antonio Lozano.

Una ópera para paladear.


Martes 1 de Noviembre de 2016, día de todos los santos, fue el día elegido para asistir a nuestro segundo título de la temporada. Segunda ÓPERA con mayúsculas a la que asistimos esta temporada repleta de títulos que cualquier teatro elegiría encantado. Parece que las cosas finalmente se están haciendo bien y hemos abandonado pasados experimentos extraños, como el de pretender llenar un teatro con una oferta que no comulgaba con el público. No es el caso de esta obra que está registrando llenos por representación, incluso en un día festivo, final de puente, que quizá en principio hubiera restado público. Pero para la calidad Madrid está siempre disponible y el martes se demostró.



No es solo "Casta Diva".

Cuando escuché por primera vez la ópera, en una grabación de la RCA con Caballé, Domingo, Cossoto, Milnes. recuerdo que la celebérrima aria no me produjo la sensación que yo creía que me iba a producir, tanto se hablaba de ella, más aún me dejó un poco frío por que la salida de Oroveso "Ite sul colle, o Druidi", "Dell'aura tua profetica" ya se había convertido en una mis partes favoritas.
A continuación sin tiempo para recordar lo escuchado, la salida de Pollione y su no menos célebre "meco al altar di venere" me habían hecho olvidarme completamente de la salida de Norma.....

Naturalmente no quedó ahí la cosa, podría hablar del terceto final del primer acto, el dúo de Pollione y Adalgisa....probablemente sea Norma de las pocas óperas que tienen tantos números esperados por este que escribe.




La calidad tiene un precio.

Y hay que pagarlo: Se necesita una adecuada dirección orquestal y en este apartado a la dirección de Roberto Abbado le faltó algo de tensión, sobre todo en el segundo acto donde el dramatismo musical decayó un tanto. En el primer acto la dirección lenta y soporífera que había mostrado en la función que fue retransmitida en directo por televisión, había tomado más brío y se agradeció. La orquesta sonó bien, otras ocasiones he tenido más reparos con ella, pera la verdad es que la calidad de la orquesta va mejorando lentamente.

El coro, sin embargo, me gustó bastante menos. Desconozco los motivos por los cuales el coro tiene ultimamente una tendencia a cantar todo en "forte" o "fortissimo" sobre todo el coro masculino y eso redunda en una peor musicalidad. Sin ser un desastre, si podemos hablar de que fue la parte artística más floja de la noche.

Antes de seguir querría hacer un pequeño inciso. No sé como continuará la temporada, en el horizonte tenemos "La Clemenza", pero hasta ahora, entre el final de la temporada pasado y el principio de esta podemos apreciar que la calidad de las voces ha aumentado considerablemente. Me imagino que la dirección del teatro está haciendo un esfuerzo considerable por traer voces de calidad. ¿En qué se traduce esto? En mi caso aparte de disfrutar de la música, en no padecer. No pocas veces lo he pasado mal escuchando al artista en escena, sabiendo lo que iba a pasar en no pocas ocasiones, y por desgracia acertando. De momento tocaré madera, son solo detalles mínimos a comentar. Poca cosa.

Y ahora sí, vayamos con los intérpretes.

Norma: Maria Agresta

Antes de empezar el Teatro nos avisó que padecía un proceso gripal, pero que sin embargo cantaría la función. Este proceso gripal no sé si la influyó en algo, es la primera vez que la escucho en directo, y por eso la concederé el beneficio de la duda. Soprano de indudable musicalidad y buen gusto, pero  creo que Norma no es personaje para ella. Su interpretación pecó de frialdad, no solo en la interpretación del "Casta Diva" sino en buena parte de la ópera. Nunca consiguió transmitir ese fuego que creo la sacerdotisa lleva dentro. Ni siquiera sonó convincente el "Ah, no ! sonfigli miei ! — miei figli " del segundo acto cuando está a punto de matar a sus hijos. Brilló mucho más en los dúos con Adalgisa,  o en el Terceto final del primer acto, pasajes sin el dramatismo de la parte final de la ópera. Técnicamente tiene serios problemas de "entubamiento" sobre todo a media voz con demasiados cambios de color cuando se mueve por esta zona. De volumen anda justita y el agudo debería recogerlo un poco por que va camino de abrir demasiado el sonido en ese punto.

Adalgisa: Karine Deshayes

La "mezzo" francesa dispone de un instrumento vocal anunciado como "mezzo" pero de sospechoso timbre "sopranil" en muchas partes de su registro. Posee una voz de volumen excelente, capaz de tapar por completo a su compañera de reparto y casi a su "Amante" el romano "Pollione". La voz está proyectada sin esfuerzo y perfectamente recogida incluso en las notas más agudas y eso es un plus añadido a la hora de cantar, por cuanto le permite centrarse en la parte artística al tener su instrumento bien educado. En su debe, quizá, recomendarle que en las subidas no empuje tanto la voz, no le hace falta. Para mi gusto su mejor parte fue el dúo con "Pollione" del primer acto: convincente en la composición del personaje y excelente línea de canto, brillando también en los dúos con Norma.




Pollione: Gregory Kunde

Gregory Kunde ofreció un "Pollione" de calidad. En la retransmisión televisada del otro día su voz no parecía sonar como acostumbra. El martes sin embargo estuvimos ante la mejor versión de Kunde: una voz robusta, algo leñosa cuando está fría, pero densa cuando ya la ha calentado. Una voz bien trabajada en el pasaje y en los agudos, con un "pero" importante del que luego hablaré, una voz que corre libre por el teatro y que el dueño maneja a su antojo. Dramáticamente el personaje es convincente y sus intervenciones (Meco all’altar di Venere), el  dúo con Adalgisa,  el terceto del primer acto o la escena final fueron partes cantadas con calidad. Para este personaje, que no requiere un centro tan ancho como en el Otello, el tenor puede resolver su parte sin dificultades extremas. Hay un detalle para mi gusto muy molesto que no advertí en el Otelo precedente, y es quizá el único defecto técnico que le he notado: Si el agudo cae en una "i" o una "a" Kunde lo transforma en "e" y eso no es admisible. Al menos no para mí. El ejemplo más claro lo encontramos en el  "Meco all’altar di Venere" cuando canta "Vedea fumar gl' incensi, Eran rapiti i sensi " que lo convierte en "Eran rapiti i sense" La "i" cuesta, pero hay que trabajarla. Y la "a" igual. En su descargo hay que decir que este "truco" no lo emplea en el pasaje, solo en las notas mas altas. Pero igualmente hay que trabajar esas vocales, en particular la "i".


Oroveso: Fernando Radó. 

Buen Oroveso nos ofreció Fernando Radó. Ya de entrada en una de mis partes favoritas como ya comenté "Dell'aura tua profetica", estuvo seguro, afinado y convincente; es una voz que corre por el teatro sin problemas. Da la sensación de encontrarse a gusto cantando el personaje y la representación gana mucho con ello. Excelente actuación.


Flavio: Antonio Lozano.

Cumplió bien su cometido. Su voz se oye perfectamente aunque no parece ser una voz excesivamente musical. Buen desempeño.

Clotilde: María Miró

Otra buena actuación. Da gusto tener comprimarios, que tan importantes son, de calidad. Y María Miró cantó excelentemente su parte.

La puesta en escena no me disgustó. Las proyecciones contra un telón blanco proporcionaban un ambiente tétrico al bosque y en ocasiones servían como apoyo a la historia que se contaba en ese momento. Es de las pocas veces que, en mi opinión,  la puesta en escena ayuda a la historia, y no al contrario.