jueves, 31 de diciembre de 2015

Juan Jesús Rodríguez debuta en el Metropolitan de Nueva York con Il Trovatore


Excelente noticia que aparece en la revista "Opera World"

Opera World: Debut de JJ Rodriguez en el Met

Los días 3, 6, 9 y 13 de febrero Juan Jesús Rodríguez actuará en el Metropolitan Opera cantando el papel de Conde de Luna en Il Trovatore, de Verdi. Con esta actuación, el barítono español debuta en el célebre coliseo neoyorquino. Juan Jesús Rodríguez está considerado uno de los barítonos verdianos del momento.

Junto a Juan Jesús Rodríguez cantarán en esta emocionante ópera de Verdi, Angela Meade como Leonora, la joven noble centro de esta historia, Marcello Giordani como Manrico, el trovador del título y Dolora Zajick, la misteriosa gitana Azucena. Marco Armiliato es el director musical de esta producción de inspiración goyesca firmada por Sir David McVicar.*




Pues toda la suerte del mundo para JJ Rodríguez en este debut. Los que le seguimos habitualmente, y en cuanto podemos nos acercamos al teatro para oirle cantar, no nos cabe ninguna duda que le espera un éxito en toda la regla.

* Tomado del Artículo de "Opera World"

lunes, 30 de noviembre de 2015

La del soto del parral.

Zarzuela en dos actos de Luis Fernández de Sevilla y Anselmo C. Carreño
Música de REVERIANO SOUTULLO y JUAN VERT

Estrenada en el Teatro de La Latina de Madrid, el 26 de Octubre de 1927
Producción del Teatro de la Zarzuela (2010)


Ficha artística:

Dirección musical: Martín Baeza-Rubio

AURORA: Saioa Hernández.:  Labradora, casada con Germán.  Soprano

GERMÁN: Javier Franco.  Labrador, casado con Aurora.  Barítono

MIGUEL: Alejandro Roy   Amigo de Germán y novio de Angelita.  Tenor

CATALINA: Aurora Frías  novia de Damián.  Tiple cómica

TÍO SABINO: Luis Álvarez  Curandero y correveidile.  Actor cantante

DAMIÁN: Didier Otaola  Mozo holgazán y novio de Catalina.  Tenor cómico

TÍO PRUDENCIO: Juanma Cifuentes  El romancero.  Actor

EL TAMBORILERO Álvaro Aguilar


Una deliciosa obra.

Como ya he comentado más de una vez mi gran asignatura pendiente es la zarzuela. Mucho menos trillada que la ópera, en mi caso, me proporciona a cambio el sabor de lo nuevo, de lo desconocido. No me importa reconocerlo porque así,  la experiencia de acercarme por primera vez a una obra me permite paladearla de un modo diferente. Ni siquiera me molesté en leerme el argumento o buscar los números musicales en alguna grabación que creo que todavía anda por casa. Solo la romanza "Ya mis horas felices" estaba escuchada hasta la saciedad; El resto, nada. Esto supone que oír los compases de la hasta ahora conocida como "Bella enamorada" y escucharla con otra letra, te suponga buscar información y enterarte que la música es original de esta obra, "Fuerza que me vence" y que el barítono Emilio Sagi-Barba, la vetó en el estreno de la obra, para evitar que el tenor tuviera más intervenciones que él. De este descarte la música se aprovechó para la citada romanza de "El último romántico" y popularmente así ha llegado hoy. Los que se piensan que el "Copy-Paste" es un inventó de este tiempo, se olvidan que "no hay nada nuevo bajo el sol" :-)

¿Comedia dramática o drama ligero"

Pues ni una cosa ni la otra. Sorprende mucho el equilibrio de la trama que alterna las partes cómicas con las partes serias, donde la tensión late, sin que esta parte se vea afectada. No es que sea un libreto denso y complicado, nada de eso, pero precisamente por que no se quiere enredar la trama, se necesita hilar fino para mantener la atención del espectador, que desconoce el argumento, y dejarle toda la obra con la sensación de que va a terminar mal, y hacer convivir esa tensión con la sonrisa y/o carcajadas que provocan tanto "El tío Sabino" como del dúo cómico, o el excelente "Romancero" del "Tio Prudencio" .
Resumiendo: Nos lo pasamos muy bien. No se nos hizo larga.




Los protagonistas.

Saoia Hernández dió vida a "Aurora" la mujer de Germán, enamorada de su marido, e introducida de casualidad al centro de un equívoco. No es un personaje principal para la trama, pero Saoia Hernández nos dibuja perfectamente los estados de ánimo del personaje. Saoia es una soprano lírico-dramática, de centro ancho, con graves aterciopelados, y buena facilidad para atacar la zona alta. La voz, perfectamente proyectada y recogida en todo momento incluida la zona alta, mantiene el color en todos los registros. Canta sin esfuerzo y la sensación que te llevas es que si mostrara todo su potencial tiraría el teatro abajo. Es una voz densa, pero no metálica,  muy agradable de escuchar. Un lujo.

Alejandro Roy acometió el personaje de "Miguel". La parte técnica de este tenor ya la comenté en "La Marchenera" así que no voy a repetirla, pero si querría comentar la facilidad con la que Alejandro da vida este personaje instalado en la zozobra y en la ira en prácticamente toda la obra. Salvo en la comentada "Fuerza que me vence", su partitura requiere un canto vehemente, necesita mostrar todo el volcán de emociones que supone todas las dudas e insinuaciones que sobre su futura esposa se están vertiendo, incluida la infidelidad. Y Alejandro resuelve las dificultades de forma magistral. Jamás grita una sola nota. Cuando lo necesita su canto exhibe fuerza, una fuerza descomunal, pero jamás grita una nota, ya sea en el pasaje, ya sea en la zona alta a la que se encarama con suma facilidad. Otro lujo.




Javier Franco se encargó del personaje de "Miguel". Cumplió.


Didier Otaola y Aurora Frías se encargaron de los personajes de Damián y Catalina, el dúo cómico, de personajes que se nos llegan a hacer entrañables. Excelentes en la partes habladas se defendieron notablemente a la hora de afrontar las partes cantadas, en especial Didier Otaola, dotado de una voz bastante robusta para ser un tenor cómico. Me gustó bastante en sus intervenciones.

Juanma Cifuentes hace un excelente trabajo como "El romancero". Parece menos listo de lo que realmente resulta ser, siendo al final el detonante de la resolución, feliz, de la trama. Me gustó mucho su trabajo.

Luis Alvarez como Sabino, estuvo a la altura de lo que se requería.

La dirección musical. 

Martín Baeza-Rubio se encargó de dirigir la orquesta, y salvo algunos "lapsus" en el preludio de algún instrumento solista, la verdad consiguió que no nos fijáramos en la orquesta. Tiene mérito por cuanto hasta ahora la orquesta es un serio handicap, pero en esta ocasión pasó desapercibida, al menos para mi, y de momento es un gran elogio.

El coro.

Excepto en la primera intervención, que se mostró algo desajustado hizo un buen trabajo. Estuvieron a mejor nivel que en "La Marchenera" donde no me terminó de convencer.


Resumen

Un gran espectáculo sin duda. No solo la pareja Roy-Saoia, nos hizo disfrutar. Toda la obra nos pareció un espectáculo de categoría.




Apertil


Fotos tomadas de la Web del "Teatro de la Zarzuela"









lunes, 28 de septiembre de 2015

Roberto Devereux: Vuelven las grandes voces al Teatro Real.


Madrid. 25/09/15. Teatro Real. Temporada 15/16.

 Donizetti: Roberto Devereux.

Mariella Devia. Gregory Kunde. Silvia Tro Santafé. Marco Caria. Juan Antonio Sanabria. Andrea Mastroni.

Dirección musical: Bruno Campanella.

Coro Intermezzo. Orquesta Sinfónica de Madrid.




Este año Madrid está de enhorabuena. No sólo parece haber recuperado el sentido común para el puesto de director artístico del Teatro Real, sino que además, pásmense, esta año ¡no tendremos "Las Bodas de Fígaro" mozartianas!. Esta sensación de desarraigo no se si los madrileños podrán resistirla y quizá alguno terminará palmando de un ataque de ansiedad. Veremos a ver.

Bromas aparte es verdad que la programación  de esta temporada en el Teatro Real lleva un cierto aroma "Moraliano"; No está lejos Don Antonio, a mano lo tenemos en el auditorio, y quizá su influjo, deseado tantas veces, por fin halla campo abonado.

Esta temporada recuperamos la diversidad de repertorio. Como corresponde a un teatro de categoría, de tronío, la oferta es variada: Haendel, Wagner, Verdi, Donizetti, Mozart, Schoenberg...Y recuperamos las voces. Las grandes voces, que es aspecto que Madrid paladea con deleite y más ahora que la travesía del desierto, el oscuro túnel, parece haber terminado. La escasez de lo deseado crea apetencia, eso lo sabemos bien, y nos lleva a valorar mucho más, si cabe, artistas como los que en esta ocasión componen el elenco. Artistas y voces de verdad, alejados del Marketing que tanto falso mito crea. Artistas en plenitud, que saben qué hacer con el instrumento que la naturaleza les ha concedido, y con el desgaste natural que el paso de los años y el uso, generoso, del instrumento lleva asociado. 

Hay sin embargo una cuestión que me parece urgente resolver: No tanto en plazo corto de tiempo, como de tarea constante. Me refiero a la calidad de la orquesta, que deja mucho que desear para un teatro de la categoría que pretendemos que tenga. Bruno Campanella hizo lo que pudo: Suya es la lectura musical adecuada a la idea del autor, como suya es la regulación de la intensidad y el "tempo" de la partitura según quien estuviese en escena. Con lo que no puede lidiar es con el permanente sonido a "charanga" que sale del foso. La obertura pasó con más pena que gloria y solo en algún momento de la representación podemos considerar que estuvo a la altura que corresponde. Gran trabajo del director musical en aquello a lo que puede llegar. 

El coro Intermezzo que tan pobre sabor de boca me dejó en "La Traviata" de la pasada temporada hizo una labor notable. El coro masculino, en mi opinión, ha dado una salto cualitativo importante: Voces timbradas y bien conjuntadas entre sí , nos dejan una impronta de trabajo, importante y duro trabajo el realizado en esta parte del coro. De todas maneras  futuras asistencias al coliseo madrileño me permitirán confirmar o no, este extremo.  

Menos impresión me causó el coro femenino, pero digo lo mismo de antes: A lo largo de esta temporada podremos confirmar y reafirmar la opinión que esta primera "asignatura" del curso me ha causado.

Los protagonistas:

Elisabetta: Mariella Devia

Mariella Devia nos ofrece una clase magistral de "legato". Pocas veces, por no decir ninguna, había yo oído enlazar con tanta pureza las notas de una partitura. Un caudal de sonido, suave como el terciopelo, acariciaba los oídos de los presentes llenando el teatro de música. No hubo una sola nota estridente, mal timbrada o fuera de sitio. Mérito indiscutible de la artista que resuelve sin artificios hasta aquellas partes de la partitura que la exigen notas que no posee con la anchura necesaria. La partitura no abunda en grandes trinos y florituras. Más bien se mueve entre el La4 y el Sibemol2 con alguna subida al Do5. El tránsito por la zona alta lo resuelve de manera inteligente. Si bien predomina el "attacco sul fiato", no es menos cierto que muchas subidas, sobre todo según va avanzando la ópera, Mariella prefiere atacarlas a media voz para ir regulando el sonido al forte. Es entendible, como también es entendible el uso de portamentos en ciertos momentos puntuales. Maravillosa noche de canto la que nos ofreció Mariella.

     
   


Roberto Devereux, conde de Essex: Gregory Kunde

Se presentaba en Madrid este tenor norteamericano de.... bueno unos cuantos años. Y habría que reprocharles a los directores artísticos del teatro no haberlo traído antes. Quizá su timbre no sea en extremo bello, pero su voz encaja a la perfección en la tesitura que Donizetti le asigna: Desde Mi2 a La3 con un par de incursiones al si Bemol3. Partitura difícil que exige un canto "spianato", también llamado silábico, libre de artificios vocales, pero que al mismo tiempo le exige retratar los estados de ánimo del personaje. La voz de Kunde no le permite excesivas dinámicas, pero si que luce en las partes mas vehementes del personaje. Así el dúo con Sara es de una fuerza dramática tremenda y la voz de Kunde luce en plenitud. En el resto de la partitura Kunde proyecta a su mejor antojo una media voz pletórica. El único problema es que cuando Kunde mete voz, esta se torna acerada como una espada toledana, en contraste con la media voz central mucho menos brillante. Técnicamente perfecto, la voz está recogida en todo momento, con un pasaje resuelto de manera admirable. No hay ni una nota sorda y su manejo de las vocales irreprochable: La "i" del "Addio" del final del dúo con Sara es sencillamente una obra maestra. Y no exagero, ya que la mayoría de los tenores trampean la "i" sobre todo en notas tipo Fa3 Fa#3 Sol3 que es donde está lo realmente duro....La emisión de Kunde es atronadora en el centro cuando canta a media voz; es una voz que corre desbocada por el teatro sin aparente esfuerzo por parte del artista. Un lujo de "Roberto Devereux".

Sara, duquesa de Nottingham: Silvia Tro Santafé

Silvia es una "Mezzo lírica" de voz más ancha quizá que una lírica "canónica", de volumen generoso, fácil agudo, algo estridente en alguna ocasión, y es quizá la voz que mejor dibuja el personaje: Una mujer enamorada de alguien que no es su marido, pero que no desea traicionarle, a pesar de la tristeza y el martirio que ello supone, pues fue casada por voluntad de la reina que fue la que le escogió el marido...Un regalo de "Su Graciosa Majestad" que a la postre desatará la tragedia. Me gustó mucho sobre todo su valentía a la hora de atacar la zona alta. En el dúo del tercer acto con el Duque de Nottingham nos ofreció todo un repertorio de ataques a la zona aguda, valientes pero algo descontrolados. Debe cuidar esta faceta por que le puede pasar factura. 

El duque de Nottingham : Marco Caria

Quizá sea la parte más débil del cuarteto protagonista. Marco Caria es un barítono lírico con demasiada tendencia a engolar la voz. Su respiración es mala notándose demasiados ahogos que deslucen partes que podría resolver mejor. Canta mejor cuando el personaje está enfurecido, pero las frases largas lo matan, y no digamos si tiene que ir a los agudos, que son débiles y abiertos. 
Para cantar estos personajes necesitaría una media voz  o el uso de sutiles portamentos que no posee, por poner un ejemplo de uso de recursos para colorear el canto. 







Muy bien Juan Antonio Sanabria como Lord Guglielmo Cecil y Andrea Mastroni como Sir Gualtiero Raleigh


De la producción no voy a escribir nada. Es más ni voy a mencionar al regista. No voy a perder el tiempo ni siquiera para decir lo que me pareció. A partir de ahora si no menciono la producción ni al regista ya saben por qué. 

Apertil





jueves, 4 de junio de 2015

La Marchenera



Zarzuela en tres actos de Ricardo González del Toro y Fernando Luque
Música de FEDERICO MORENO TORROBA
Estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el 7 de abril de 1928.

El joven Federico Moreno Torroba estrenó La marchenera en el Teatro de la Zarzuela de Madridel 7 de abril de 1928; se trata de una partitura moderna, repleta de buena música teatral y con buenas escenas populares que atraen al espectador. El texto, que es principalmente de Ricardo González del Toro y sólo en sus orígenes de Fernando Luque, se limita a desarrollar una atmósfera de estilo costumbrista en una Marchena idealizada, en la provincia de Sevilla, al que se suma como trasfondo un alzamiento revolucionario.




Dirección musical: Miguel Ángel Gómez Martínez
Dramaturgia escénica: Javier de Dios
Iluminación: David J. Díaz

REPARTO:

PALOMA Amparo Navarro; VALENTINA Rocío Ignacio; TARAVILLA Amelia Font;
CONDE DE HINOJARES Carlos Álvarez; DON FÉLIZ SAMANIEGO Alejandro Roy;
ORENTINO Gabriel Blanco; DON MIGUEL Emilio Sánchez; PITUTI Elías Arranz;
CÁRDENAS Enrique R. del Portal; MEZQUITA Francisco Sánchez;
SENTIMIENTOS Didier Otaola; EL NIÑO DE ALGECIRAS Mario Méndez;
JEROMA Nuria Lorenzo; AMPARO Hevila Cardeña; SOCORRITO Nuria García;
VOZ DE MUJER Teresa Castal; LA GITANA DE LOS BUÑUELOS Sara Salado;
BLAS CANTERO Fernando Sansegundo; SERAFÍN BRAVO Javier Muñoz;
UN AGUADOR Javier Alonso*; UNA NARANJERA Aranzazu Urruzola*;
UN VENDEDOR Mario Villoria*; UNA Ainhoa Martín*; OTRA Ana María Cid*;
UN MOZO Francisco José Rivero*; UNO Daniel Huerta*; OTRO Houari Raúl López*

* Miembro del Coro del Teatro de la Zarzuela

Experimento en la sala.

El experimento de la "semi-escenificación" no me terminó de convencer. Por muy disparatado que resulte el argumento, ahí está el de "La Favorita" que no hay por donde cogerlo, los diálogos son necesarios. Hace unos años un "iluminado" regista puso en escena "La Clemenza de Tito", en el teatro Romano de Mérida. El marco era fabuloso, pero la supresión de los recitativos mutiló toda la obra que terminó siendo una sucesión inconexa de "números musicales".

Y algo así ha terminado siendo esta supresión de los diálogos originales por una reciente dramatización, que presentaba a un empresario de teatro arruinado en busca de una obra que llevar a su teatro, y un joven libretista que le iba a dar forma a la Zarzuela.

Esta Zarzuela era "La Marchenera", claro, y con la excusa de la confección del libreto, intentaban contarnos la densa trama, plagada de topicazos que, como dijo uno de los personajes, solo le faltaba a la obra los "contrabandistas" para dejar "en mantillas" a los hermanos Álvarez Quintero. Al final lo que termina pasando es que la dramatización de la obra no aclara la trama, mas bien la enreda más, y termina siendo la triste historia del empresario teatral sin un miserable duro, que tropieza con el joven libretista lleno de ardor revolucionario artístico, de nuevas ideas para "seducir al público", pletórico de fuerzas en la tarea de buscar "algo nuevo".....con el dinero ajeno como le recordó el empresario. Solo le faltó al libretista decir que había que buscar un "Nuevo público". Considerando que la media del edad del público que habitualmente asiste a la Zarzuela debe rondar los 65 años, hubiera resultado hilarante sin duda.

Pero, bromas aparte, el panorama de la Zarzuela resulta aterrador. De seguir así, sin un atisbo de savia nueva entre el público asistente, la Zarzuela quedará relegada al olvido más absoluto en 10-15 años, y ni los  esfuerzos por reducir la media de algunos "chavales" de 50 años lograrán que sobreviva este género tan nuestro. El momento de empezar a crear afición es ahora. No cuando el teatro  no cubra ni el 10% de las localidades. Y lo digo en serio.




La parte musical

Después de pasar por Valencia he resuelto esa duda que me corroía desde siempre y me quitaba el sueño no pocas noches. Era un “sin-vivir”, un ¡¡Que se yo!! Que me producía no sé qué cosa; Muchas pesadillas donde soñaba que acusaba a la orquesta del Teatro de la Zarzuela de ser una orquesta regular tirando a mala y la persecución sin piedad por mi conciencia del “gnomo” “Cargo” gritando: “No es para tanto, No es para tanto”

 Pues bien, me he cargado al “gnomo”. Bien muerto; al grito de ¡¡¡No es regular la orquesta, es lo siguienteee!!!! ha caído fulminado. Ya era hora.

“¡¡Bienvenido al mundo real!!” fue lo primero que nuestra flamante co-autora del blog, “Zerlinetta” me dijo en cuanto que la orquesta empezó a tocar. Y es que he oído charangas mejores. Como le dije a “Zerlinetta”, creo que tendríamos que empezar a hacerla más justicia a Cristóbal Soler porque tengo la sensación que arranca lo mejor de este desastre colegiado de ejecutores de partituras. Horrible la orquesta. Tanto es así que la labor del director   Miguel Ángel Gómez Martínez. pasó desapercibida por completo ¿Tuvo algo bueno su lectura musical? No lo sé.  No hubo manera de darse cuenta de ello.    

El coro también sale perjudicado del paseo valenciano. Siempre me pareció un coro decente, apañado…… pero a estas alturas, y considerando que no parecían tener su mejor tarde, el Coro Catedralicio de Valencia le da miles de vueltas a la formación Zarzuelera que estuvo regular en esta ocasión, siendo generoso.

Los personajes.

En esta ocasión, al ser medio escenificada, a los cantantes les han liberado de la parte hablada. Es quizá lo único para lo que de verdad ha servido bien el experimento: Ahorrarles a los cantantes, que suelen ser  actores regulares, el suplicio de una parte hablada que se supone extensa, y para colmo, teniendo que declamarla con el "acento" andaluz. Y aunque se están haciendo grandes avances en este sentido ultimamente, creo que por ese lado, la parte semi-escenificada ha cumplido el objetivo. Por mucho que al final esta dramatización se quedara corta de contenido y un pelín aburrida.

Paloma: Amparo Navarro

La protagonista," La Marchenera" tuvo una tarde de luces y sombras. Lo peor con diferencia fue el fraseo, ya que no se la entendía nada. El resto, digamos que apañado. La voz está recogida en todo el registro siendo de timbre cálido y agradable. De volumen anda justita y los ataques a la zona aguda si bien son valientes, no destacan por "envolver" la sala con su sonido. Le falta intención al canto.

Valentina: Rocío Ignacio.

No termino de entender que este personaje que tiene, como casi toda la obra, una partitura criminal, se le encomendara a esta soprano. Juventud tiene y por eso mismo llama la atención el estado de su voz. Solo en el centro muestra un mínimo empaque, en cuanto la voz pasa al registro de cabeza se le abre siendo incapaz de recogerla en ningún momento. El vibrato absolutamente oscilante, forzado, instalado en una emisión en continuo "forte" resulta desagradable. La afinación, en particular en cuanto intenta atacar las partes más altas, deja mucho que desear. Y como su compañera "La marchenera" su dicción es problemática.

Conde De hinojares:  Carlos Àlvarez

Tiró de oficio para salir adelante con un instrumento que no acompaña. La voz suena artificialmente timbrada, excesivamente metálica . La emisión engolada, entubada sin liberar, excepto en la subida al agudo de la romanza, paga un precio alto en cuanto a volumen. Le tapa cualquier compañero que cante junto con él. Quizás el único que trató de matizar algo su canto. Pero insuficiente en cualquier caso.

Don Félix  Samaniego: Alejandro Roy

Para mi gusto el mejor de la noche. Sin discusión

En su debe: Le falta matiz, dinámicas, dulzura en algunos momentos. Yo creo que es una voz que carece de media voz o pianos y eso es un handicap grande que le resta posibilidades.

A su favor: Técnicamente es de lo mejor que he podido escuchar en mucho tiempo . Partimos de una base canónica: Todas las vocales se emiten en la misma localización de la "i" Portentosa vocal la que posee este tenor. Y sobre el sitio de esa vocal, caen todas las demás.

Segunda base canónica: La respiración: Todo el canto es sobre el aire exhibiendo un "fiato" considerable así como un legato portentoso. Todo el control del aire está ferreamente sometido al control de los músculos diafragmatico-costales, algo que dos agudos sobre la "e" puso de manifiesto al mostrar como se puede recoger el vibrato y convertir la emisión en verdaderos campanazos, rotundos, en la emisión y proyectados al infinito.

Tercera base canónica: el pasaje, que está sólidamente resuelto excepto en la nota fa3# que es la única nota "sorda" que se le va hacia atrás. Lo bueno es que el resto de notas ni posteriores ni anteriores se ven afectadas por la única debilidad técnica de Alejandro Roy. Fuera de esta nota la cobertura de las notas de paso es fantástica.

De los personajes secundarios la mejor mención sin duda se la lleva Emilio Sánchez en el papel de Don Miguel.

Y la peor mención es para Amelia Font. Además de una voz destemplada en todo el registro, mal apoyada, y un vibrato oscilante, se une una desastrosa afinación. No tiene en estos momentos un nivel aceptable para cantar en el teatro de  la Zarzuela, ni casi en ningún sitio.

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lunes, 18 de mayo de 2015

Los Pescadores de perlas. Valencia 16 Mayo 2015





Sabado 16 de Mayo 2015. Palau de Música. Valencia.

Nadir : Dmitry Korchak (Tenor)

Leila :  Annick Massis (soprano)

 Zurga : Richard Rittelmann (barítono)

Nourabad : Nicolas Testé (bajo)

Coral Catedralicia de Valencia. Director Luis Garrido.

Orquesta de Valencia Director: Michel Plasson.


Hay que viajar más!

Últimamente estamos comprobando que si se quiere escuchar buena ópera, el Teatro Real no es exactamente la mejor opción (dentro de nuestras fronteras). No hace mucho  asistimos a una de las funciones programadas de "La Traviata" y la verdad, nos aburrimos como ostras. Menos mal que nuestro aliciente (Juan Jesús Rodríguez) no nos defraudó;  porque el resto fue una función anodina, carente de emoción, con un dúo protagonista discreto, siendo generoso, que no nos transmitió la mas mínima emoción. Por supuesto contó con la ayuda y complicidad del foso. En estas circunstancias ni me molesté en escribir crónica alguna y, a cambio, estoy preparando un pequeño monográfico sobre nuestro barítono favorito, que fue el motivo verdadero para asistir a la función del Teatro Real, mas me estoy desviando de la cuestión. 

Decía que la economía no nos alcanza para hacer una "gira" por los teatros de nuestra patria, ¡Ya nos gustaría poder hacer exibicionismo de poderío económico! que aunque esté feo,  a lo mejor tiene un gustirrinín que no hemos "catado" y oye, no será elegante, pero cualquiera diría que si no es con ostentación, no se sale de la categoría de pobre, de esos que tienen que ahorrar para poder ser pobres, que diría "El príncipe de Bel Air" :-D

 Así que nos tenemos que conformar, y damos gracias por ello, de poder de vez en cuando "escaparnos" del "día a día" , y asistir a excelentes espectáculos como estos "Pescadores" Valencianos que pudimos degustar el pasado sábado.

La dirección musical. 

El gran triunfador de la noche fue Michel Plasson. Sin discusión. No  por el alarde físico de dirigir de pie toda la obra a sus ochenta y dos "castañas" , porque si lo hubiera hecho sentado la calidad no habría disminuido, sino por el conjunto. Tenía en sus manos y bajo su dirección calidad a raudales, pero esto solo no basta: Hay que saber sacarle el mejor jugo posible y en mi opinión Plasson mostró a través de la música mucho de lo bueno que la Orquesta de Valencia tiene en su "bagaje" Gran Orquesta de sonido bellisimo y gran director. Matrícula de honor. Sabiendo además, que posiblemente no han tenido todo el tiempo que hubiesen querido para los ensayos. Lo que hace doblemente valioso su trabajo.

Plasson quedó encantado por el tributo del público al finalizar la ópera y nos ofreció un pequeño "bis" : Repitió el final de la ópera. Siendo secundado generosamente por Korchak, Massis y  Rittelmann. Yo nunca lo había visto. Al final de un recital si, pero no al final de una ópera y por expreso deseo del director. Ni que decir tiene que no le importó lo más mínimo a nadie y los que no tuvimos prisa en irnos y sí ganas de aplaudir a los artistas nos llevamos un grato recuerdo a casa, mayor del que ya llevábamos. 

El coro.

La coral catedralicia de Valencia posiblemente, y a mi juicio,  fue la segunda gran triunfadora de la noche, sin desmerecer al resto del elenco artístico. Lo primero que me llamó la  atención fue las mas que notables voces que formaban el conjunto. Voces de calidad muy superior a la media de lo que se escucha en los coros. Voces bien timbradas y excelentemente empastadas entre sí , ofrecían un sonido bello y homogéneo tanto entre las distintas cuerdas, como en su totalidad. Y si el coro masculino era de grandísima categoría, el coro femenino era de otro mundo.  El único "pero" que le puedo poner al gran trabajo de su director Luis Garrido, era el exceso de volumen exhibido por la coral. Supongo que tendrá sus buenas razones, pero a mí me hubiera gustado un volumen más "íntimo" . Consideraciones personales aparte hay que adjudicar un  Sobresaliente con mayúsculas a la Coral que posiblemente también sufrió la falta de tiempo.

Los principales intérpretes. 

La veterana soprano francesa  Annick Massis dió vida a  Leila, y lo de dar vida es quizás más que una frase hecha. Annick Massis demostró que ser fiel al repertorio natural trae saludable consecuencias: el dominio de la partitura exhibido  fué abrumador. Sin eludir ninguna de las dinámicas de la obra Massis nos deleitó con una exhibición de virtuosismo al servicio de la música y del personaje. Técnicamente impecable dictó con mano maestra la lecciones magistrales de cómo se ejecuta, por ejemplo, un "pianisimo", o cómo se sostiene el sonido en una "sfumatura" infinita....Tan solo en el dúo con Zurga tuvo un problema que yo achaco  a la vehemencia del momento de tensión, cuando trata de defender a Nadir. Y es que si en la parte mas romántica fue convincente, también lo fue en la parte mas dura del personaje. Magistral Annick Massis

El tenor ruso Dmitry Korchak fue el encargado de sacar adelante el rol de Nadir. Y salió bien librado, siendo dentro de los cantantes, el segundo triunfador de la noche. Y digo que salió bien librado por que estableció un antes y un después en la parte técnica. Su "rubicón" lo estableció en el aria "Je crois entendre encore" Y no cabe duda que consiguió su objetivo. Y me explico. Cuando Korchak sale a escena lo hace con la voz altísima. Su apoyo respiratorio era clavicular y yo me asfixiaba solo con escucharle. Sin embargo supo administrar bien el aire en la reducida columna que se había fabricado. El precio que paga en esta parte es que cualquier problema en la zona de paso se ve obligado a llevarlo al "falsete". No tiene recursos técnicos para pasar la voz y mucho menos cubrirla con una emisión tan alta. Y en ocasiones también "patina" a la hora de afinar. 

La voz de Korchar no es fea y ha ganado cuerpo desde que le escuché en el Teatro de la Zarzuela sacar adelante como pudo el "Stabat Mater" de Rossini. Tiene problemas con el paso de la voz y con la cobertura casi inexistente la mayor parte del tiempo. Además no termina de librarse de un cierto punto nasal que le afea la voz, muy musical por otro lado. 

Así las cosas llega el aria que ataca a media voz prácticamente en voz de cabeza, lo que ya le obliga a llevar al falsete reforzado cualquier nota por encima del fa3. El resultado no es feo sin embargo. Consigue un aria muy homogénea exhibiendo un canto elegante, que  es "marca de la casa" en el tenor ruso, y ataca todas las notas sin romperse, lo que tiene un mérito excepcional, por que el aria a plena voz ya es difícil. Y a media voz es para "hombres de pelo en pecho". Terminada esta parte que yo creo que Korchak quiere cantar así, llega la segunda parte: Ir bajando la emisión poco a poco, cosa que a lo largo del tercer acto consigue: El punto de inflexión fueron dos vocales "i", en la zona de paso, excelentemente colocadas que le valieron para poder cantar todo el tercer acto con la emisión mas baja y un mayor control respiratorio. Mejora en el tercer acto el pasaje y cubre algo más la voz que ahora sí, gana en volumen y proyección. Muy interesante, en suma, la preparación técnica del "Nadir" de Korchak. Interesante porque necesita un buen bagaje técnico para en la misma función hacer coincidir dos impostaciones tan distintas como la "voz mixta" y una especie de impostación "Italiana" El mayor riesgo que corre, en mi opinión, es el de acelerar el deterioro de la voz por que no consigue recogerla, sin abrirse, casi nunca.

Del tenor ruso, en resumen, me gustó su enfoque técnico, cómo planteó los distintos actos según lo que quería trasmitir y me gustaría que trabajara la zona de paso cuando baja la emisión. Como espectador me quedo con su tercer acto donde la voz cobra cuerpo y color, sin perder la belleza. Muy bien Korchak.

 El barítono suizo  Richard Rittelmann se encargó del personaje de Zurga. Rittelmann tiene  una voz escasamente timbrada, y mate. Es una voz pequeña pero bien aprovechada por el artista.  Lo primero que llama la atención es que la voz está muy bien proyectada y sin tener un gran volumen se nota que el sonido llega perfectamente a toda la sala. El color es homogéneo en toda la tesitura teniendo perfectamente resuelto el pasaje y la cobertura. Con los mimbres bien atados ataca sin miedo tanto la zona de paso como la zona alta de su tesitura. Lo malo es que su canto no es refinado. Es un hombre que luce cuando el personaje que interpreta está colérico, pero no conmueve si tiene que llevar ternura a la música. Con todo yo me voy a quedar con lo positivo: Técnicamente tiene muy bien trabajada la voz y es posible que el paso de los años le mejore. Bien, para mi, Rittelmann. Una buena preparación técnica siempre deja buen sabor de boca.

El personaje de Nourabad  lo cantó el bajo  Nicolas Testé que cumplió con su cometido de forma correcta.

Conclusiones.

Disfrutamos. Y mucho. La sensación de salir del teatro o auditorio con pena porque se ha terminado demasiado pronto y haciendo planes para buscar la siguiente salida es la mejor recompensa posible.

Madrid 18 Mayo 2015
Apertil  





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domingo, 22 de marzo de 2015

La gran duquesa de Gerolstein




Zarzuela bufa en tres actos y cuatro cuadros de Henri Meilhac y Ludovic Halévy
Edición de Jean-Christophe Keck y traducción de Enrique Mejías García
Música de JACQUES OFFENBACH
Estrenada en Madrid en el Teatro del Circo (Bufos Arderíus), el 7 de noviembre de 1868
Producción del Festival del Valle d'Itria de Martina Franca (1996)


FICHA ARTÍSTICA

Dirección musical : Cristóbal Soler
Dirección de escena, escenografía, vestuario e iluminación: Pier Luigi Pizzi
Realización de la dirección de escena: Massimo Gasparon
(supervisión de escenografía, vestuario e iluminación)
Coreografía: Marco Berriel
Asistente de dirección musical: José Sanchís

Bailarines
Estíbaliz Barroso, José Ángel Capel, Araceli Caro, Íñigo Celaya, Estefanía Corral, José Antonio Domínguez, Alberto Escobar, Daniel Ramos, Susana Román, Sara Peña

REPARTO

LA GRAN DUQUESA  Susana Cordón

FRITZ José Luis Sola

WANDA  Elena Sancho

EL CONDE PUCK Manuel de Diego,

EL GENERAL BUM Gerardo Bullón

EL PRÍNCIPE POL Gustavo Peña,

EL BARÓN GROG Francisco Crespo,

 EL CAPITÁN NEPOMUCENO Enrique R. del Portal,

IZA Leonor Bonilla,

OLGA Nuria García Arrés,

 AMELIA Ana Cadaval,

CARLOTA Hanna Moroz,

NOTARIO Juan Ignacio Artiles


Una obra muy recomendable

Ayer Sábado, 21 de Marzo, nos acercamos al Teatro de la Zarzuela para asistir a la representación de esta opereta de Offenbach, e íbamos a ciegas, ya que ni conocíamos el argumento ni habíamos oído ninguna pieza musical de la obra.

Antes de nada comentar que es una obra que merece ir a verla. Su pretensión, en el caso del Teatro de la Zarzuela, es la de hacer pasar un buen rato al público, y en el caso del que esto escribe, lo consiguió plenamente.

El argumento no lo voy a relatar aquí. Es mejor que vayan al teatro y lo vean en directo, si no conocen la obra, como era nuestro caso. Además la obra se tradujo al español en la misma época del estreno y así se presenta al público madrileño, adaptada claro está, a la época en la que estamos. De esta manera no cuesta trabajo seguir la linea argumental de la obra.

El elenco artístico

Al igual que sucedió con "Los diamantes de la corona", y es muy de agradecer, la tendencia que siguen las últimas producciones que yo he visto, es la de cuidar mucho la parte dramática. Se observa un trabajo evidente en los cantantes para que desarrollen la parte "actoral" que lleven dentro. Y poco a poco se observa un avance evidente en este campo. No es un capricho. Recuerdo las producciones de la Zarzuela de hace 20 años donde la parte hablada era un horror. La representación sufría por que en cuanto el cantante hablaba se acababa el personaje. Esto últimamente no parece suceder y los que asistimos a la Zarzuela podemos disfrutar de la obra al completo.

En el caso de la representación  la que asistimos el único "pero" que podríamos poner es un exceso de actuación. Sobreactuados la mayoría, pero afortunadamente sin caer en la bufonada.




La dirección musical de Cristóbal Soler es excelente. La música alegre, viva, desenfadada, surge de la mano de su batuta en una de las mejores interpretaciones de la orquesta del teatro. Sobresaliente trabajo del director musical que mantuvo la tensión de la obra. Nunca nos aburrimos y eso en una obra tan larga (3 horas 10 minutos con dos descansos de 20 minutos) es de agradecer.

La dirección artística de Pier Luigi Pizzi es sobresaliente. La puesta en escena es sobria pero funcional. Usa con generosidad la extensión del escenario que rodea al foso y que permite la entrada a escena de los miembros del coro y de los cantantes que atraviesan el patio de butacas. La dirección en general de la obra es dinámica y alegre no permitiendo que cayera la tensión de la obra.

Los cantantes.

Lo primero que quiero decir es que una función donde no temes por el desempeño de los cantantes, es ya una función redonda. Es decir, cundo los escuchas ya sabes que no van a desafinar, que últimamente en los tiempos que corren es toda una proeza y además no vas a encontrar graves problemas técnicos. Este tipo de funciones ya te deja un buen sabor de boca aún antes de que terminen. Y no hay muchas de estas.

LA GRAN DUQUESA  Susana Cordón

Es sin duda la triunfadora de la noche. Es el personaje mejor construido de todo el elenco, tanto musical como actoralmente. Vocalmente no es una voz grande. Cantando en el centro no presenta problemas, no así  la zona alta demasiado abierta, aunque ataca con valentía esta zona. Con todo me gustó mucho.

FRITZ José Luis Sola

Jose Luis Sola no le va a la zaga y proporciona la adecuada réplica al personaje de la Duquesa. Su voz en el centro está bien timbrada y dotada de cierto metal, aún cuando el sonido no me resultara grato, pero en la zona alta la voz pierde el squillo que presenta en el centro y se ve tapado casi siempre cuando canta con algunos de los otros personajes. En particular le ocurrió en el dúo con

WANDA  Elena Sancho

Elena Sancho es una soprano de voz con mas peso del que nos mostró anoche. Es una voz cálida, bien trabajada, con agudos rotundos y bien colocados. Es una voz muy interesante. Actoralmente cumplió bien con su papel.

EL GENERAL BUM Gerardo Bullón

Siempre es agradable encontrar en una función a Gerardo Bullón. Un barítono lírico de voz bien timbrada, de precioso sonido y excelente musicalidad. Poco a poco va adquiriendo peso en las programaciones del teatro de la zarzuela y en esta ocasión se le encomienda el papel del General Bum. Personaje cómico, que junto al Conde Puck y el príncipe Paul terminan por ser verdaderos puntales donde la obra descansa, cuando los protagonistas no están en escena. Este trío hace fluir la historia y son un magnífico nexo de unión que hace caminar a la historia. Bullón canta muy bien sus partes musicales y resuelve, algo exageradamente, las partes habladas.

EL PRÍNCIPE POL Gustavo Peña,

Divertidisimo Gustavo Peña como Principe Pol, el pretendiente de la duquesa, Un  poco atacado también y con un punto extraño para ser un amantísimo pretendiente de la duquesa, pero compone un personaje divertido como pocos. Sus pocos números cantados evidencian una voz de tenor de centro bien timbrado, y como Sola, con ciertos problemas en la parte más alta. Sobresaliente trabajo.

EL CONDE PUCK Manuel de Diego,

Es el personaje con menos peso de los tres que componen el "trio de conspiradores". Cumplió actoralmente y cantó muy bien sus partes musicales. Y aquí conviene señalar y aplaudir la elección de estas tres voces que componían un conjunto bellísimo cuando cantaban juntas. Voces muy bien empastadas entre sí. Daba gusto escucharlas.

Bien EL BARÓN GROG  de Francisco Crespo, y  EL CAPITÁN NEPOMUCENO de Enrique R. del Portal,

Notables e interesantes voces las de IZA Leonor Bonilla, OLGA Nuria García Arrés,  AMELIA Ana Cadaval, y CARLOTA Hanna Moroz,

Cumplió el NOTARIO de Juan Ignacio Artiles.

Magnífico trabajo, como siempre últimamente, del coro del teatro de la Zarzuela. Hay mucho trabajo en ese coro y se nota. Da gusto escucharlos.

El cuerpo de baile tuvo un buen desempeño. A mi me gustó especialmente el último número que bailaron, Con diferencia el mejor trabajado a tenor de lo que vi.


En resumen: No dejen pasar la ocasión de  ir a verla. Merece la pena.

(Fotos de la web oficial del teatro de la zarzuela)

sábado, 24 de enero de 2015

Celso Albelo debuta el "Arnold" en Monte-Carlo.


                           Guillaume Tell
                         Ópera en Cuatro actos de Gioachino Rossini






Fotografias : ©Alain Hanel photographie - OMC 2015

Ficha Técnica. (De la página del teatro)

Direction musicale: Gianluigi Gelmetti
Mise en scène:  Jean-Louis Grinda
Décors: Éric Chevalier
Costumes: Françoise Raybaud
Lumières: Laurent Castaingt
Chorégraphie: Eugénie Andrin
Chef de chœur:  Stefano Visconti

Guillaume Tell Nicola Alaimo
Hedwige, son épouse Elodie Méchain
Jemmy, leur fils Julia Novikova
Arnold, prétendant de Mathilde Celso Albelo
Melchtal, père d’Arnold Patrick Bolleire
Walter Furst Nicolas Cavallier
Gessler, gouverneur Nicolas Courjal
Mathilde, soeur de Gessler Annick Massis
Rodolphe, capitaine de la garde Alain Gabriel
Leuthold, un berger Philippe Ermelier
Reudi, un pêcheur Mikeldi Atxalandabaso.

Chœur de l'Opéra de Monte-Carlo

Orchestre Philharmonique de Monte-Carlo

El debut

El Jueves 22 de Enero de 2014 se produce el debut del tenor canario Celso Albelo en el papel de "Arnold" de la ópera "Guillermo Tell" en el Teatro de la ópera de Monte-Carlo,  y si debutar un papel siempre es complicado, el "Arnoldo" son palabras mayores. Sin negar que es un papel atractivo, tampoco podemos perder de vista que es un papel que probablemente no le resulte completamente redondo a prácticamente  ningún tenor. La escritura original del papel estaba pensada casi seguramente para una técnica vocal distinta a la técnica italiana. Rossini salió muy disgustado de la actuación del tenor francés Duprez, que cantó el papel por primera vez en lo que hoy conocemos como "voz real", es decir, sin el uso del falsete en las notas que van desde el fa3# hacia arriba. Y esta escritura musical pensada para un instrumento vocal, digamos diferente, al actual, añade dificultades extras a la ya de por si complicada partitura.

El personaje

Arnold es un personaje heroico, un patriota, pero también un personaje que sufre por su amada Mathilde, y por la  muerte de su padre, ejecutado injustamente por orden de Gessler, el gobernador austriaco. Y esta compleja personalidad es difícil de manejar. La construcción del personaje requiere ardor, sin caer en excesos pero también requiere romanticismo, un romanticismo presente en la partitura con múltiples reguladores.

Esto implica que el tenor elegido debe poseer centro, un centro sólido, sin excesivo metal en el timbre, una voz preferiblemente cálida de manera que pueda conjugar perfectamente las partes con mayor vehemencia sin que sufra la parte más romántica y viceversa. Y además debe ser una voz con facilidad para el agudo, por que la partitura te va a llevar al sobreagudo no pocas veces. Por supuesto habrá quien prefiera una voz mas "broncínea" más metálica, lo que hará resaltar la parte mas vehemente del personaje. Son gustos. Personalmente me parece que está más cerca de la idea musical del autor lo descrito anteriormente, características que encontramos en la voz elegida para el protagonista.

Personaje difícil, en suma, pero agradecido. Cada aproximación a su partitura te permite descubrir algo nuevo, un matiz distinto. Es un personaje que siempre puede sorprender al intérprete cada vez que lo vuelve a afrontar. Y este es un atractivo muy potente para los artistas.


Le mien, dit-il! jamais, jamais le mien!....Ah! Mathilde, idole de mon âme! 



En el primer audio que vamos a escuchar el personaje de Arnold se debate entre el amor por Mathilde y la sensación de haber sido traidor a su patria.. Le mien, dit-il! jamais, jamais le mien!
Entra Tell y quiere convencerlo para presentar batalla a los austriacos. Arnold no se atreve a confesarle el amor que siente por Mathilde, una princesa austriaca a fin de cuentas y para si canta su desgracia Ah! Mathilde, idole de mon âme! 




Los que tuvimos la suerte de asistir a "La Traviata" en A Coruña recordamos la voz de Albelo con un mayor peso vocal que el que aquí observamos. En esta ocasión le ha quitado peso a la voz, pero dentro de sus límites. Así nos encontramos que la belleza y calidez de su timbre se mantienen intactos, así como su exquisita linea de canto.




Oui, vous l'arrachez à mon âme

Estamos en el segundo acto  y en este precioso dúo Arnold y Mathilde se confiesan mutuamente su amor pese a todos los inconvenientes entre ambos. Es una página realmente bonita la que vamos a escuchar cantada con dulzura y apasionamiento.





Quand l’Hélvetie est un champ de supplices

Nada mas irse Mathilde entran Tell y Gualtiero. Tell ha estado espiando la escena de los dos amantes y le recrimina su amor por una extranjera. Arnold no quiere participar en la lucha, pero Tell le da la noticia de que su padre ha muerto a manos de Gessler. Desesperado, debatiéndose entre el deseo de venganza, la idea de traicionar a la patria, pero teniendo el amor de Mathilde detrás que puede perder, termina uniéndose a la causa. Un torbellino de sentimientos que Albelo nos muestra en este dificilísimo trío  .



Toda la dulzura del dúo anterior se transforma en furia cuando conoce la muerte de su padre. Pero sigue siendo un personaje atormentado, sumido en un mar de dudas. Transmitir eso es francamente difícil, mas aun cuando estas debutando el personaje. A mi juicio consigue el retrato ideal del héroe romántico atrapado entre dos fuegos igual de poderosos.


Asile héréditaire,   Amis, amis, secondez ma vengeance

Y llegamos al plato fuerte: Arnold está en casa de su padre preso de los recuerdos, lamentado la muerte de este. Tell ha sido apresado y llegan los Confabulados para salvar a Tell del cautiverio y librarse del yugo Austriaco. Arnold les enseña el arsenal que Tell y su padre reunieron, canta el "Amis, amis, secondez ma vengeance:" y enfervorecido  marcha a la lucha . 






Como podemos observar Celso Albelo le dedica tanto al recitativo como al aria el tiempo necesario. No todos los tenores lo hacen. Más de uno aplica el "Corriam Voliam" al pie de la letra. Pero la interpretación de esta pieza con todos los reguladores impresos en la partitura requiere una delicada atención. El final, alargado hasta el infinito, es una muestra más de las cualidades de Albelo. Y una muestra perfecta de la tremenda exigencia de la partitura. Cantar bien el "Arnold" es un reto de categoría por lo ya comentado: Un torbellino de sentimientos que tienen que aflorar en la escena. Por encima de la exigente partitura en la zona aguda, el personaje tiene que aflorar, y Celso Albelo consigue en este su debut un acertado equilibrio entre las fuerzas que azotan al personaje.