14/06/2012 Las Palmas de Gran Canaria "Los pescadores de
perlas"
Juan Diego Florez, Patricia Ciofi, Vasily Ladyuk, Felipe Bou
Del intento de cantar el "Duca" salió escaldado viéndose obligado a cancelar "sine die" y por la prensa, nuevos intentos. Con una sensatez muy de agradecer, confesó que tal papel le afectaba a su vocalidad y que era mejor dejarlo. Pero tal sensatez no le alcanzó para los "Puritanos" "sonámbulas" y demás papeles, que le fueron pasando, calladamente, facturas impagables.
En un periodo de apenas dos años, nos vamos encontrando paulatinamente
con una voz que se apaga lentamente. Una voz bella de natura, a la que su dueño
cada vez mas acusadamente no puede controlar. No son solo las dificultades
técnicas propias de una impostación pensada para Rossini, es el deterioro de
las facultades del cantante que cada vez mas debe ralentizar el
"tempo" del aria, para intentar encontrar un apoyo respiratorio que
se niega a aparecer. Las ralentizaciones llegan hasta el extremo de cortar la línea
de canto para tomarse el tiempo necesario antes de atacar partes complicadas de
la obra.
La ralentización tampoco le sirve para colocar la voz de forma adecuada y de todo ello se resiente también la parte artística. Es imposible pensar en matizar, dar intención, darle personalidad a la obra, cuando tienes que ir al límite simplemente para intentar dar las notas, y como en esta ocasión, ni yendo al límite consigues afinar.
Escuchemos el desastre:
La ralentización tampoco le sirve para colocar la voz de forma adecuada y de todo ello se resiente también la parte artística. Es imposible pensar en matizar, dar intención, darle personalidad a la obra, cuando tienes que ir al límite simplemente para intentar dar las notas, y como en esta ocasión, ni yendo al límite consigues afinar.
Escuchemos el desastre:
Si se fijan hay un detalle que marca su estado vocal: En la frase
"Folle ivresse, doux rêve!" es incapaz de llegar a la nota porque la
voz no da más de sí. Está tan abierta que le resulta imposible dar según que
nota, con según qué vocales. Algunas notas altas las trampea a base de
portamentos, pero esto no siempre sirve. Y las mas de las veces da como
resultado interpretaciones cada vez mas desafinadas hasta llegar a la que aquí
hemos escuchado.
Observemos otros ejemplos para apreciar bien la anterior escucha.
Björling - "Je crois entendre encore" - Pêcheurs de perles.
No es la interpretación más ajustada a la idea del autor, pero nos
permite observar en brutal contraste, qué es una voz bien apoyada, bien girada
en el paso, cubierta, proyectada, y con los resonadores adecuados.
Beniamino Gigli-Je crois entendre encore 1925 (High Quality)
Beniamino Gigli-Je crois entendre encore 1925 (High Quality)
Todo lo contrario que el anterior, se acerca muchísimo más a la
concepción original del autor, aunque
canta el aria con una dulzura rayana en el empalago, con ataques en falsete a
la zona alta, que resulta en ocasiones poco estético y desagradable; La voz
pierde homogeneidad con colores distintos según por donde esté cantando.
Alfredo Kraus "Je crois entendre" - Les Pecheurs des Perles - (Bizet)
Kraus sin renunciar a una voz bien apoyada, pasada y cubierta, huye de
una interpretación "de fuerza" y busca el canto dulce, matizado y sin
miedo a ir a la zona alta. Es, posiblemente, el mejor espejo en el que mirarse,
si se quiere cantar bien un aria, a qué negarlo, difícil y complicada, que hay
que llevar dentro para darle ese carácter tan particular, que no encontraremos
en ninguna otra romanza.
Dicho esto, en mi humilde opinión Florez debería plantearse varias
cosas: Su voz tiene unas limitaciones, por la naturaleza de la voz y por la
técnica que impostó. No se puede de la noche a la mañana intentar cambiar la
emisión y el apoyo que has usado toda la vida, por el que necesitarías para
cantar con la técnica italiana, que es lo que está intentando. Aun cuando no
tuviera la voz abierta, necesitaría un largo camino para cambiar por completo
de automatismos y no caer en el falsete.
En la situación actual, con la voz completamente abierta, le resulta imposible apoyarla adecuadamente en el diafragma, de ahí todas las notas caladas desafinadas o rotas directamente. Y de ahí esas paradas en medio de la romanza para intentar encontrar el resuello suficiente, para atacar la partitura. Se hace necesario, por tanto, un replanteamiento total de los objetivos del cantante: Hasta hace poco en su página web anunciaba que iba a cantar el "Arnold" del Tell. Parece que ya lo ha retirado: pero es que cualquiera que conozca el papel se tendría que llevar las manos a la cabeza ante tamaña locura. Sin embargo sus seguidores encantados, pensando ya en colocarle el título de "Mejor Arnold de la historia", se deben sentir desolados. Y esta es la segunda cosa que debe replantearse: Con seguidores como los suyos ¿Quien necesita enemigos? Lo que tiene que escuchar es su voz y quizá prestar más atención al que le diga "Eso no" que al que le diga "¡¡¡¡Maestro, increíble!!!!!" y que cantar un aria de una ópera en un recital, no significa que dicha ópera pase ya a repertorio.
En la situación actual, con la voz completamente abierta, le resulta imposible apoyarla adecuadamente en el diafragma, de ahí todas las notas caladas desafinadas o rotas directamente. Y de ahí esas paradas en medio de la romanza para intentar encontrar el resuello suficiente, para atacar la partitura. Se hace necesario, por tanto, un replanteamiento total de los objetivos del cantante: Hasta hace poco en su página web anunciaba que iba a cantar el "Arnold" del Tell. Parece que ya lo ha retirado: pero es que cualquiera que conozca el papel se tendría que llevar las manos a la cabeza ante tamaña locura. Sin embargo sus seguidores encantados, pensando ya en colocarle el título de "Mejor Arnold de la historia", se deben sentir desolados. Y esta es la segunda cosa que debe replantearse: Con seguidores como los suyos ¿Quien necesita enemigos? Lo que tiene que escuchar es su voz y quizá prestar más atención al que le diga "Eso no" que al que le diga "¡¡¡¡Maestro, increíble!!!!!" y que cantar un aria de una ópera en un recital, no significa que dicha ópera pase ya a repertorio.
Ignoro quién influye en última instancia, y quien tiene la opinión de más
peso a la hora de tomar decisiones, pero la sensación de frivolidad, de
divismo, de pensar que haga lo que haga va a ir a los altares es una constante
en su carrera. Y resulta muy triste que a otros cantantes con la cabeza bien
amueblada, que recogen todos los días el fruto de su trabajo, se vean
despellejados por fanáticos, incapaces de ver viga en ojo propio y si paja en
ojo ajeno.