domingo, 9 de noviembre de 2014

Un bis en el Teatro Real o cómo buscar los cinco minutos de gloria.


La historia reciente del Teatro Real, para desgracia de los madrileños y los seguidores de la ópera, se está caracterizando por la polémica. Polémica insana, denigrante, que no conduce a nada bueno. A la penosa gestión de Mortier, el informe reciente del tribunal de cuentas, que abocaba a la ruina al coliseo madrileño de no enderezar el rumbo, se une ahora la historia que nos cuenta el bochornoso, pero acorde al nivel periodístico de este país, artículo publicado en un periódico madrileño de tirada nacional.

En este artículo se desvela con toda claridad como una mujer, musicóloga al parecer y estudiante de canto, se dedicó a repartir una octavilla entre el público asistente a la función del viernes 7 de Noviembre de 2014 de la ópera de Donizetti  "La Fille du Regiment ", pidiendo el "Bis" del aria "Ah mes amis quel jour de fête" célebre por su escritura de nueve Do4 prácticamente seguidos. En esta función el papel de "Tonio" correspondía al tenor mejicano Javier Camarena. Y las octavillas animaban, como se va a poder ver, al público asistente, a pedir el bis a este tenor, precisamente.





 La autora de las octavillas estará muy orgullosa de este artículo,  ya ha conseguido salir en la prensa, Y uno se pregunta si el objetivo último de la autora no era su minuto de gloria.

Pues ya puede estar contenta de la aberración que supone la realización y publicidad de este acto, porque, a partir de este momento ¿Qué credibilidad tiene este cantante? Ninguna. A partir de este momento cualquier actuación de éxito de este cantante se puede poner en duda, desde el momento que se ha demostrado que su supuesto triunfo, estaba dirigido. A partir de ahora cualquier individuo, crítico de nuevo cuño, que escribe en ciertos panfletos digitales, ya tiene munición para machacar a cualquier artista que no cuente con sus simpatías.
 A cualquier cantante novel que empiece a descollar se le podrá machacar a partir de ahora, según las filias y las fobias del comentarista de turno, insinuando que tiene detrás de él al correspondiente público aleccionado.
Ya sucedió antes en este mismo Teatro, cuando en un foro se acusó a un cantante de tener una "clá" dirigida, por que para este individuo era imposible que se aplaudiera a este artista. Y semejante afirmación, que encontró eco en los "listos" de turno, hizo mucho daño.


El mal ya está hecho: Solo espero que a ningún talifán de ningún cantante, con ganas de autobombo y de notoriedad pública o con insuflas de representante artístico,  se le pase por la cabeza, ni en sueños, repetir la jugada. Porque el descrédito al que se le puede llevar al cantante es tremendo. Una vida de trabajo y de estudio se puede echar por tierra fácilmente desde el momento en que alguien decide que quiere salir en los periódicos, o ascender socialmente, o tener su minuto de gloria y elija este sistema. Porque lo de la octavilla en sí, ya era malo, pero todavía es peor cuando la mencionada musicóloga, hace bastante porque los periódicos se hagan eco de su "genial" jugada.

Además se jacta públicamente de que le regaló la octavilla a Camarena después de la representación. A partir de ahora, puesto que parece que nadie le da importancia, la sombra de la duda se cernirá sobre cualquier "bis", tanto si es de Javier Camarena, como de cualquier "bis" que se conceda en el Teatro Real. Porque  cualquier persona puede pensar que las octavillas entre el público no eran ignoradas por el cantante, por cuanto este no se mueve del lugar donde ha terminado el aria. Si cuando los aplausos decrecen hubiera dado media vuelta dispuesto a continuar la representación, no hubiera habido bis. Y lo más triste de todo esto es que el aria no estaba mal cantada, ni mucho menos.
A lo mejor no sabía nada y solo estaba emocionado por el reconocimiento a su trabajo, algo humano al fin y al cabo, pero resulta que el novio de la musicóloga también andaba metido en el asunto preparado para jalear y armar el ruido suficiente para que continuaran los aplausos. ¿Qué quiero decir con esto? Que el cantante, a menos que aborte todo intento de "bis", queda bajo sospecha. Sin comerlo ni beberlo. Pero la autora de la jugada, la "musicóloga", rebosa felicidad.

Este tipo de iniciativas, creo que ya lo he dejado claro, me parecen algo muy malo, pero que muy malo para los cantantes, y para la ópera. El hecho de que lo haya perpetrado una musicóloga y estudiante de canto no le da valor. Más bién al contrario, ya que si tiene ciertos estudios debería de saber, si es que el sentido común no se lo dicta, que estas actuaciones son dañinas, muy dañinas.

Porque si ser musicóloga da valor a estos actos, cuando siendo musicóloga "pasa a cuchillo" a un cantante, sin mas razón que la fobia personal, tendríamos que admitirla en el mismo plano superior ¿No? Es decir las filias y las fobias personales son, sin necesidad de argumentarlas, aceptadas a pies juntillas "Por ser musicóloga" ¿Qué quieren que les diga?

Edito al 19/11/2014

Para algún despistado/a. Publico los comentarios que creo oportunos. La moderación de comentarios está puesta para eso. Y como autor del blog me reservo el derecho de publicar lo que quiera. No estoy obligado a publicar nada, como nadie está obligado a leer el blog. Y piensen una cosa todo aquellos que se quejan de que no publico sus comentarios. Los comentarios que publico tienen como denominador común que honran a este blog y a su autor. Son un activo muy importante de mi trabajo. Por eso se publican.


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Elena Mosuc, Celso Albelo y Leo Nucci deleitan a la ciudad de A Coruña con una Traviata magistral.

Sábado 6 de Septiembre.
Palacio de la ópera de La Coruña: “La Traviata”.

Elena Mosuc (Violetta Valery)
Celso Albelo (Alfredo Germont)
Leo Nucci (Giorgo Germont)
Nuria Lorenzo (Flora Bervoix)
Alba López (Annina)
Francisco Pardo (Gastón)
Cesar San Martín (Barón Douphol)
 David Sánchez (Doctor Grenvil).

Coro y Orquesta Sinfónica de Galicia. Dirección: Ramón Tebar.
Dirección de escena: Mario Pontiggia.

















El arte en todo su esplendor.

La Traviata.  ópera en tres actos con música de Giuseppe Verdi y libreto de Francesco Maria Piave, basado en la novela de Alexandre Dumas (hijo) La dama de las camelias (1852).
Su estreno fue un sonoro fracaso, quién lo diría a día de hoy, y es posiblemente una de las  óperas mas conocidas, posiblemente de las más famosas entre el público menos aficionado a la ópera, y casi seguro la más representada en todo el mundo.

Todo buen aficionado que se precie de serlo debería, como si de una peregrinación a un lugar santo se tratara, asistir al menos una vez a una función en directo. El problema es que a día de hoy encontrar cantantes capaces de cantarla, al menos de manera digna, es un verdadero problema. Sin embargo, el que esto escribe ha tenido la suerte, la inmensa suerte, de asistir a un espectáculo de calidad, con mayúsculas; de estar presente el día que se ofreció lo mejor de lo mejor. Porque esta función del día 6 de septiembre fue una función redonda de esas que no se olvidarán; una función que reivindica la ópera como arte en estado puro.

Reconocer una obra maestra.

Siendo una obra tan conocida, tan escuchada, tantas veces oída por infinidad de cantantes ¿Cómo sabemos que estamos ante un evento único? La respuesta es fácil. Cuando la música, el canto te atrapa como si la vieras por primera vez. Cuando tu universo desaparece y solo la música existe. Cuando, en fin,  a pesar de que te la sabes de memoria, notas ese nudo en la garganta que no te deja hablar, solo aplaudir, por que ni un minúsculo "bravo" eres capaz de articular........Y la garganta no recobró su forma original hasta varias horas después. Por desgracia en esta ocasión solo tengo un audio, el "Parigi o cara" al final de esta entrada.

Los momentos.

Elena Mosuc que se presentaba en A Coruña compuso una Violetta de corte belcantista. Ello sin embargo no desmerece en absoluto su gran trabajo en general y en este primer acto, en particular. Una seguridad aplastante en todas y cada una de las notas de la partitura, nos llevó en volandas al primer gran momento de la noche: El "Sempre líbera". Cantado con toda la intención, fue dibujando todos los estados de ánimo de Violetta, en particular ese "crescendo" del personaje que escuchando a Alfredo a lo lejos termina rendida a sus pies. El colofón del mib era necesario. Una interpretación como la de Elena Mosuc, hubiera sido inconcebible sin ese final, bellísimo, culminación de un aria
brillantísima. El agudo al servicio de la belleza, no como tabla de salvación.

En el segundo acto, después de la afrenta de Alfredo, tumbada en el suelo, nos regaló un "Alfredo, Alfredo, di questo cuore non puoi comprendere tutto l'amore" en pianissimo para ponerle los pelos de punta a cualquiera. Y es que el dominio técnico de la cantante fue absoluto en toda la noche. La voz homogénea, recogida, sin estridencias y de fácil emisión, le permitió, no solo el acceso al registro agudo, sino al uso generoso de la coloratura, y al canto matizado.

En el tercer acto otro momento esperado: el "Addio del passato". ¿Qué destacar de esta parte? Difícil escoger. El mejor botón de muestra es la "Messa di voce" del final del aria alargado hasta el infinito, culminado con una hermosa "sfumatura".





Celso Albelo El tenor canario no se presentaba en A Coruña, ya que es un habitual de estos lares, pero si presentaba el rol de Alfredo. Un papel que cantará a lo largo de su vida muchas veces, sin ninguna duda. Un papel del que el maestro Kraus decía a proposito de "Il Duca y "Alfredo" lo siguiente:

Il duca, cuando se encaja al principio, ya lo tienes, porque su comportamiento es el mismo durante toda la ópera.

En cambio, Alfredo está un poco inseguro. Sus emociones dependen un poco de todo lo que se observa a su alrededor: del comportamiento de Violetta, del comportamiento de su padre, de todo ese peso burgués que existía en su familia...

Es un personaje complejo, más humano que Il Duca, por tanto, más difícil de fabricar y más agradable, porque precisamente hay más trabajo en él, hay que dedicarle más concentración, hay que ir sacándole puntas...

Y precisamente estos estados de ánimo son los que va dibujando Celso Albelo a lo largo de toda la obra. El primer gran momento, no es el brindis, como pudiera pensarse; el primer gran momento nos lo trae la preciosa parte que comienza con: "Un dì, felice, eterea" : donde parecía que cada palabra había sido escogida para ese momento, tal es la dulzura de la interpretación: el Alfredo enamorado está de pié en el escenario.

La voz de Celso Albelo ha ganado en peso vocal. Lo ha hecho de forma natural, sin perder ni un ápice de su facilidad para el agudo. Ello es posible por que el paso está completamente resuelto; una voz bien apoyada,  rica en armónicos; No hay cambios de color en una  voz que ha ido ganando en tersura, y su timbre, cada día más aterciopelado, es el ideal para este papel. Además la voz corre por la sala libre lo que evita al cantante esfuerzos suplementarios.

De todo ello tenemos amplias muestras tanto en el recitativo "Lunge da lei" como en el aria del segundo acto "De miei bollenti spiriti", como en la cabaletta "Oh mio Rimorso" coronada con ese sobreagudo tradicional, no escrito. Sobreagudo sostenido hasta el infinito, que culminaba esa lección de canto que nos ofreció y que fué aplaudida con fervor y agradecimiento por el público que llenaba el teatro.: Cómo cantar Verdi, y que parezca fácil.

El tercer momento de la noche  nos muestra el Alfredo furioso por el supuesto engaño: Questa donna conoscete? y a caballo con esta escena, el Alfredo arrepentido en el tercer acto con el duo del "Parigi, o cara , noi lasceremo" Es otro gran momento por que aparece aquello que nos faltaba por ver del carácter del personaje. El lucimiento para el tenor no son los agudos en esta ópera, el lucimiento es cantar bien, espectacularmente bien, y Albelo cantó el Alfredo como si el Maestro Verdi lo hubiera compuesto para él. No es fácil estar a la altura de los roles de los otros dos protagonistas. Y Celso Albelo lo consiguió sobradamente.


























Leo Nucci. Después de su majestuoso recital de Madrid en el ciclo de Lied, había una enorme expectación, al menos por mi parte, de volver a escuchar a Nucci. En Madrid hizo suyo a Verdi cantándolo con evidente comodidad, lo que volvió a suceder en Coruña. Posiblemente no exista en la actualidad otro barítono que cante Verdi con tanta perfección. Nucci sigue teniendo un agudo vibrante y potente, como demostró en la famosísima " Di Provenza il mar" atacando el fa3 sin fisuras ni artificios. El público que reaccionó casi al unísono con un sonoro "Bravo", se entregó al artista que no tuvo problemas en ofrecernos un bis, que ni que decir tiene llenó de regocijo a la sala.

Pero si emocionante fue la primera interpretación, la segunda, cantada a ¡¡a media voz!! en su primera parte fue apoteósica. El propio Nucci fué el que indicó al director que continuara con la obra, por que el público no cesaba de aplaudir. Detalle que se ha omitido en muchas crónicas empeñadas en minusvalorar el trabajo de este gran artista, generoso como pocos, que no tiene reparos en ofrecer lo mejor de si mismo.

Y por supuesto no nos olvidamos de su  magistral interpretación vocal y escénica en el dúo con Violetta, y su interpretación del  “Pura siccome un angelo”















El audio

Parigi o cara Coruña 2014



El resto del elenco.

El Coro y Orquesta Sinfónica de Galicia bajo la dirección de  Ramón Tebar estuvieron a la altura del espectáculo, lo que no es decir poco. Gran calidad en estos profesionales que es algo que el público supo reconocer con justicia: Pocas he visto hacer levantar a la orquesta en el foso para saludar dos o tres veces al público y que este responda redoblando los aplausos como cuando algún protagonista sale a escena. Gran ovación también para el coro que saludó al final del segundo acto siendo aplaudido con gran cariño y generosidad por el público. 

De los comprimarios  destacar por su calidad al Gastón de Francisco Pardo. Una bella voz de tenor potente y bien timbrada. Nos gustó mucho.

Correctos los restantes miembros que completaban el resto de personajes.

La puesta en escena.

Sobresaliente. Una Traviata de verdad. Preciosa. Dando el verdadero ambiente que necesita la obra. Sobresaliente "Cum Laude" para Mario Pontiggia. De cuya página de Facebook están obtenidas las fotos que aompañan a esta entrada





viernes, 27 de junio de 2014

Salvemos el Palau de les Arts de Valencia ...


SALVEMOS EL PALAU DE LAS ARTS DE VALENCIA. 




Hace pocas fechas ofrecieron por el canal "Mezzo" una "Turandot" desde el Palau de les Arts de Valencia dirigida desde el foso por el extraordinario director de orquesta Zubin Mehta. Omitiendo algunas sombras en el "Calaf", la función resultó de lo mas disfrutable. La orquesta (qué diferencia con la del Teatro Real!!!!) sonó maravillosamente, el coro, todo un lujo, estuvo sobradamente a la altura de las circunstancias. Y toda la función la escuchamos con la tristeza de saber que Zubin Mehta, se iba, había dimitido. La falta de presupuesto lo había matado.

Plácido Domingo ahondaba en el problema al señalar que el teatro no podía sobrevivir con un  presupuesto de 400.000 €, que si no es la financiación mas baja de España le debe de faltar poco. Mientras al Teatro Real se le han pagado generosamente las extravagancias y estupideces sin cuento que se han cometido desde que se fue Moral, a teatros como el Palau se les ahoga económicamente. 

Para mayor sonrojo de quienes en este país amamos la música y la ópera, nos enteramos que a los futbolistas de la selección española les pagaban 700.000€ por cabeza si ganaban el mundial. Afortunadamente les han mandado pronto para casa, pero el disparate ya estaba cometido: El que se lo hayan ahorrado no significa que no sea un disparate. Y entretanto casi todos los días tenemos que ver la "jeta" del ministro de hacienda con su sonrisita, después de anunciar una nueva vuelta de tuerca al bolsillo de los españoles.....

Abogar en estos tiempos por la cultura es una tarea perdida. A los españoles nos están ahogando a impuestos con la excusa de la crisis, mientras la corrupción galopa por doquier. ¿Que importa? La casta parasitaria se siente cómoda, segura, tanto es así que ni se molesta en disimular. ¿Dinero para la cultura, para la ópera? ¿Que dice usted? ¿Como le pago yo al trincón y mangante de turno que espera lo suyo? ¿Eh? Por que encima de ladrones son poco inteligentes: te roban sin piedad, y ni siquiera te lo edulcoran: te dejan con la sensación de que te están robando. Y les importa un pepino. 

Pero por mi parte no quedará. Uniré mi voz, como ya he hecho en otras ocasiones, para pedir bien alto, a quién corresponda:

SALVEMOS LA OPERA. SALVEMOS EL PALAU DE LAS ARTS DE VALENCIA. 

NO DEJEN MORIR A ESTA INSTITUCIÓN


Apertil








miércoles, 21 de mayo de 2014

Mariella Devia y Celso Albelo en Roberto Devereux

 ROBERTO DEVEREUX
 o Il Conte di Essex





Libretto di: Salvatore Cammarano
Musica di: Gaetano Donizetti
Direttore: Paolo Arrivabeni
Maestro del coro: Lorenzo Fratini
Orchestra e coro del Maggio Musicale Fiorentino

Opera di Firenze 

Elisabetta: Mariella Devia

Il duca di Nottingham: Paolo Gavanelli*

Sara, duchessa di Nottingham: Chiara Amarù

Roberto Devereux, conte di Essex: Celso Albelo

Lord Cecil: Antonio Corianò

Sir Gualtiero Raleigh: Gabriele Sagona

Un paggio - Un famigliare di Nottingham: Davide Giangregorio



El Domingo 18 de Mayo de 2014 y el Martes 20 de Mayo de 2014 se presenta en el nuevo teatro de la Ópera de Florencia la preciosa obra de Gaetano Donizetti "Roberto Devereux" en versión concierto. 

Es esta una ópera que me gusta especialmente y al llegarme  algunos audios de la función del Domingo enseguida pensé que podía compartirlos con todos los que lean esta entrada. Aunque los audios no contienen las escenas completas, puesto que están grabadas con medios no profesionales, no dejan de tener un gran valor en mi opinión. Por un lado podemos disfrutar un poco de una Mariella Devia en un estado vocal que ya querrían para sí la mayoría de las sopranos actuales (salvo honrosas excepciones)

Y por otro podemos disfrutar de las primeras interpretaciones del "Roberto" a cargo de Celso Albelo, primeras interpretaciones que con el paso de los años volveremos a escuchar, para darnos cuenta de la imparable progresión que por estos años ya apuntaba el tenor canario. Hace pocas fechas ya pudimos hacer un ejercicio de retrospectiva parecida, al escuchar los "cortes" de la Sonnambula actuales, con los de sus primeros "Elvinos"

Con el "Roberto Devereux" no va a ser una excepción, puesto que, ustedes lo van a oír, no parece que esté debutando el papel. Es más: Hay que recordar que está cantando junto a un  casi  mito de la ópera. Con miles de seguidores. Y a la dificultad del casi-debut, se añade la dificultad de tener que estar a la altura del mito. Y eso si que es un problema en la mayoría de los casos. Conviene no perderlo de vista para valorar en su justa medida la actuación del tenor canario.

Por otro lado, disponer de audios nos evita el sonrojo de tener que leer ciertas crónicas. Internet permite mentir, difamar, casi impunemente, pero también las tiene muy buenas: Permite dejar en su sitio a estos mismos individuos que mienten y difaman. 

Internet, afortunadamente, no castiga el talento cuando existe.



                                                      © Copyright Pietro Paolini

No va a ser esta una crónica al uso. Con la de hoy sólo pretendo que el verdadero aficionado pueda disfrutar de la música y los cantantes antes de que la intoxicación lo empañe casi todo

La música

El primer corte musical corresponde al final del dúo del primer acto con la reina.




El segundo corte musical pertenece al duo de Roberto con su pretendiente: Sara, duchessa di Nottingham





El tercer corte pertenece al final del aria de Roberto. No perdamos de vista la ovación que recogió. Tiene mucho valor, hay que recordar que la estrella de la producción es Mariella Devia. 




Y por supuesto el aria final de Mariella Devia, que merece la pena escucharla. 



Espero que disfruten de este pequeño aperitivo, tanto como un servidor de ustedes lo ha hecho, escuchando estos "cortes"

Apertil



jueves, 15 de mayo de 2014

Leo Nucci: Un recital inolvidable.








En este programa no estaban incluidas las propinas, claro está. Y fueron por este orden:

Largo al factotum (Barbero de Sevilla)
Escena de la muerte de Posa (Don Carlos)
Cortigiani vil razza dannata (rigoletto)
Si vendetta tremenda vendetta (Por partida doble)
Non ti scordar di me
Di provenza il mar il suol (Traviata)

Fueron casi 45 minutos de "propinas" y como somos insaciables, los que estábamos en el teatro ¡¡¡Queríamos más!!!!


El mito.

Una de las características que adornan los tiempos modernos es el exceso de información; exceso del que cuesta separar la paja del grano y curiosamente, este exceso es la base que necesita el Marketing mal entendido que usa la intoxicación como transmisor de su mensaje. De esta guisa nos encontramos en el mundo de la ópera con mitos, falsos mitos, sostenidos por el mensaje adecuado en el caldo de cultivo adecuado.Por desgracia estos mitos no se sustentan en el buen hacer. No. Se sostienen por cuestiones que poco o nada tienen que ver con el canto.

Leo Nucci se aparecía en el "ciclo de lied", a mis ojos, como una leyenda viva, y estaba deseando comprobar si el mito había engullido al artista o si por el contrario el artista empequeñecía al mito. Y afortunadamente sucedió lo segundo: El artista está muy por encima del mito para fortuna de los que fuimos al teatro. Esto no quiere decir que el artista no tenga incondicionales, claro que los tiene, pero son incondicionales formados a la sombra del artista. Son incondicionales por convencimiento, no por asimilación de un mensaje equivocado.




El artista.

¿Qué es un artista? Una persona con el don de convertirte en incondicional de su arte. Sin intermediarios. A veces el artista es el dueño de su mensaje. Otras veces es el "puente" entre un mensaje previo y los espectadores. Y Nucci es sin duda un genuino representante del segundo tipo. Pero no podemos banalizarlo presentándolo como un mensajero de otro artista previo. Porque el gran Verdi no existiría si no hubiera quien le estudiara, le entendiera, y nos contara qué le hace sentir, qué mensaje nos manda a través de la partitura. Y con Verdi, Leo Nucci tiene línea directa.

Convendría explicar, para quien no lo haya experimentado, qué es lo que se siente cuando se transmite un arte que te llega dentro.

Cuando el arte te llega lo sientes sin dudarlo: se te funde en el alma. Y si tienes la posibilidad de explicarlo al mundo, tienes que estar preparado para canalizar un huracán de emociones que te nace de lo más hondo de ti. Cuando decides cual es la mejor manera de transmitirlo, lo interiorizas tan hondo como el propio menaje que te llegó. Y entonces, todo esto que parece inalcanzable, se torna fácil: Eres vehículo del sentimiento que fluye sin esfuerzo. Nunca lo cantas igual. Siempre encuentras algo distinto que ofrecer.

Naturalmente estamos hablando de esa sensación que te seduce, que te impacta mucho mas que el resto. Porque para alguien que lleva la música dentro, no resulta demasiado difícil expresar el mensaje que guarda el autor para nosotros. ¿Que quizá no lo cantas igual? No, no lo cantas igual. No todo te impacta de la misma manera. Pero es que el artista no es un robot. Y yo personalmente prefiero un artista que confiese lo que más le inspira. El arte tiene un punto de incertidumbre que lo hace especial. El arte le está vedado, por este motivo, a los autómatas.

El recital. (1ª parte)

A estas alturas cualquiera que lea esta entrada recordará el recital por dos motivos: "¿Hay una soprano en la sala?" Y por el clamoroso triunfo, los aplausos atronadores de un público que había pagado su entrada para escuchar a Nucci y le convenció a este que se alegraban mucho de haberlo hecho. Un triunfo que se ganó a pulso, porque contra lo que sucede con los falsos mitos, en el teatro estábamos aficionados a la música, entre ellos los abonados al ciclo de lied. Aficionados a la música, repito, no fanáticos de Leo Nucci. Aunque puede que después del recital consiguiera unos cuantos. Una noche de música con mayúsculas, que por lo que he podido leer, molestó. Luego hablaré de ello.

La primera parte constaba de piezas de diversos autores, entre ellas las de mi admirado y querido Tosti, como "Non t´amo piu", "Malia", "Marechiare". O "Dicitencello vuje" de Rodolfo Falvo. La "Italian Chambert Ensemble" que acompaña a Nucci desde hace 20 años en sus correrías, según confesó Don Leo, tuvo su momento solista con piezas de Ennio Morricone. Autor que junto con Nino Rota, que también fue perpetrado en la segunda parte, fueron incluidos en el programa. La verdad no entiendo bien el criterio de su inclusión en el recital. Ambos momentos solistas fueron como echar agua a matojos que queremos quemar. Eso y que en la primera parte tocaron con un volumen tal que casi me tapaban al bueno de Nucci (cada porrazo que le metía al piano, me taladraba el oído) contribuyeron a que saliera en el descanso con la indignación galopando a sus anchas por mi estado de ánimo. Aún así y todo pude comprobar que el teatro de la zarzuela no se comía, como un Neptuno que devoraba a sus hijos, las voces. Las de verdad, las voces bien proyectadas, de técnica depurada no se perdían por los recovecos del teatro.

Hasta cierto punto entiendo la crónica que apareció en cierto panfleto digital, si la referencias mas inmediatas eran Fabián Veloz o Rubén Amoretti que no se les oía ni aunque se lo mandara el  médico, es comprensible que piense, repito, (las portadas de los Dvd´s no son buenos libros de texto) que el Teatro es un monstruo insaciable que come sonido igual que Obélix devora jabalíes.





El recital. (2ª parte)

La segunda parte arrancó con tres preciosas canciones "Preghiera del poeta" "Sgombra o gentil" "Invocazione a Maria Addolorata" De Giuseppe Verdi. Tres joyas. Pero ¡ay! la "Italian Chambert Ensemble" volvió a la carga y el momento mágico se diluyó como un azucarillo en agua. Don Leo vino al rescate con una "Lolita" de categoría cantada con intención, con gusto. Fue una interpretación en toda regla. Una premonición de lo que vendría después. Un breve paréntesis con Aprile! de Leoncavallo, una defenestración orquestal ¡¡¡una más!!! de la deliciosa "Lo spazzacamino" de Verdi y "L`esule" de Verdi, Lied este que valió casi como una tercera parte del recital.

El recital. (3ª parte)

Y aquí la locura: Con la voz ya caliente y el artista absolutamente "on fire" se dispuso a dar lo mejor de si mismo. Por que si el aria de Fígaro a día de hoy no tiene parangón, la escena de la muerte de "Posa" del "Don Carlos" nos dejó con los pelos de punta. El artista estaba caliente y ya tenía la sala "calentita". Nunca pensé que diera 45 minutos de propinas. Y no es solo el tiempo. Era la calidad. Es inútil, por que sería incapaz de describirlo, retratar lo que supuso "Si vendetta tremenda vendetta" Inútil por que sería muy difícil de explicar cómo en tan poco tiempo, el artista entra en situación, como en tan poco tiempo apareció, Rigoletto. Yo ya he intentado en un párrafo anterior explicar algo de lo que a buen seguro siente Nucci y que le lleva a sacar al personaje de una forma tan creíble. Algo muy parecido pasó con "Di Provenza" Rigoletto dejó paso a Giorgo Germont y con él se fué Nucci en medio del agradecimiento sin límites del público.

El post-recital

Diríase que la noche del recital sería noche de regocijo para los aficionados. Pues no. Para pasmo del que aquí escribe hubo voces discordantes. Parece ser que Moral, el organizador del ciclo de Lied, andaba molesto con algunas críticas que había leído. El panfleto musical que he citado antes es una de esas voces discordantes. Lo malo de su crónica cómico-musical es que se ríe abiertamente del público como si éste estuviera loco. En algunas opiniones de foros, "florezidos" irredentos acusaban al publico de ser "groupies" de Nucci, el más anti-marketing de los cantantes, como si ello fuera delito. Habría que recordarle al susodicho que si ser "groupie" de un cantante fuera delito, el ya estaría cumpliendo condena. La sensación que me deja todo esto es que estos nuevos pseudo-gurús  intentan ser los pastores de los descarriados aficionados de la ópera, a los que tienen que domesticar para que se aplauda, sólo a aquellos que ellos deciden que deben ser  aplaudidos. Allí están ellos para llevarnos por el sendero correcto.

Miren ustedes. A Diós gracias, el público sigue siendo soberano. No se le manipula tan fácilmente. Y la prueba la tenemos en el Teatro Real, con un sonado divorcio público-teatro. Tal es el tamaño del divorcio que el propio teatro, para vergüenza ajena de los madrileños, ha prohibido a la web que vende las entradas "on-line", que ponga las entradas disponibles. En tiempos pasados cercanos ha habido funciones con 600 y más entradas disponibles. El 50% del teatro. Los años pasados han demostrado que ir en contra de los gustos del público es mal negocio. Aún teniendo al critico-palmero alistado en sus filas, el público se ha negado a tragar. Darle al público lo que pide no es lo fácil. Es lo sensato. El propio Moral sabía de esto, y combinó sabiamente estilos y autores. Y no le fué mal.

Conclusión

Quiero artistas como Nucci, que me lleven al entusiasmo a través de su música. Me importa bien poco que sean conocidos o no. Quiero ver Teatros al borde de la locura por que el artista entra en modo "on fire" y desata la locura. Y lleva al publico a dejarse las manos aplaudiendo. ARTISTAS.


domingo, 13 de abril de 2014

Black, el payaso / Pagliacci





Black el payaso
Opereta en un prólogo y tres actos de Francisco Serrano Anguita, basada en la novela La princesa de los clowns (1923) de Jean-José Frappa
Música de PABLO SOROZÁBAL

Estrenada en el Teatro coliseum de Barcelona, el 21 de abril de 1942

Pagliacci
Drama en un prólogo y dos actos de Ruggero Leoncavallo
Música de RUGGERO LEONCAVALLO
Estrenado en el Teatro dal Verme de Milán, el 21 de mayo de 1892
Nueva producción del Teatro de la Zarzuela

FICHA ARTÍSTICA
Dirección musical:
Donato Renzetti

Dirección de escena:
Ignacio García
Escenografía:
Miguel Ángel Coso y Juan Sanz
Figurines:
Pepe Corzo
Iluminación:
Francisco Ariza

Black el payaso (reparto)

LA PRINCESA SOFÍA DE SUREVIA: María José Moreno

LA CONDESA DE SARATOV: Trinidad Iglesias;

 BLACK: Fabián Veloz

 WHITE: Rubén Amoretti;

CARLOS DUPONT: Javier Galán;

GREGORIO ZINENKO: Miguel Palenzuela;

 HENRY MARAT: José Manuel Montero;

EL BARÓN DE ORSAVA: Miguel Sola;

BAYDAROV: Jorge Merino;

 EL DIRECTOR DE ESCENA: Emilio Gavira

Pagliacci (reparto)

NEDDA: María José Moreno

 CANIO: Jorge de León

TONIO:; Juan Jesús Rodríguez

BEPPE: Miguel Borrallo;

 SILVIO: David Menéndez

Orquesta de la Comunidad de Madrid
Coro del Teatro de La Zarzuela
Director: Antonio Fauró

Prólogo

De nuevo, el día 6 de este mes de Abril de 2014, volvimos a acercarnos al que en los dos últimos años ha sido el teatro más visitado: El Teatro de la Zarzuela. No es casualidad. Precios para todos los bolsillos, y una programación más que atractiva reclamaban nuestra presencia. En esta ocasión un brillante programa doble: "Black el payaso" y "Pagliacci", una novedosa combinación de Zarzuela + Ópera con un nexo común: el mundo del circo, o más bien, el teatro dentro del teatro.
Las historias que nos contaban ambas obras eran más bien dispares. Un argumento simple, en "Black el payaso" seguido de una historia dura: La de "Pagliacci" que termina muy mal. Historia que provocó en algún niño, que asistía al teatro, un grito de horror cuando Canio apuñala a Nedda: Es el triunfo del lenguaje universal del teatro y de todos los que lo hacen posible. Sin teatro, como medio de comunicación,  no existiría la ópera.

Y no deja de resultar irónico que en estos tiempos de efectos especiales en el cine que continuamente buscan meternos dentro de la historia que nos cuentan, a través de la vista, un niño nos demuestre que es posible, solo con un montaje inteligente, transportarnos allí donde el cine, con su mega-ultra-modernidad no llega: A respirar el mismo drama que los personajes: Tan fácil de decir, tan difícil de entender para la gran mayoría de los "registas" de nuevo cuño, prestos a destrozar la historia con sus absurdos montajes que no aportan nada.

Afortunadamente para los que asistimos al Teatro de la Zarzuela, nos encontramos con el trabajo, excelente trabajo de Ignacio García. En "Black el payaso" la escena, era un personaje más de la historia, tal era el dinamismo que aportaba.  Una escena viva que con personajes del circo que continuamente entraban y salían como si de una función se tratara, aportaba un diálogo no escrito, pero perfectamente audible, sin distraer, sin convertirse en protagonista, pero dando fluidez a la historia.

Para "Pagliacci" Ignacio García opta por un montaje más simple, pero tan sórdido como la historia: Solo con el vehículo que se supone traslada la "Troupe" y que al mismo tiempo hace de escenario, más la logradísima sensación nocturna, oscura,  no solo por la hora del día, sino por el retrato de las cataduras de los personajes que compiten entre sí por caer lo más bajo posible, solo con eso, que no es poco,  llena el escenario. No hay elementos superfluos.  El espectador respira esa atmósfera de miedo, de bajeza moral, que respiran los personajes.

Dramáticamente los personajes están muy trabajados y los cantantes consiguen retratos muy exactos de ellos. Canio es un personaje que "da miedo" y el espectador llega a percibir el peligro que emana del protagonista, acentuando ese contraste entre la "inocencia" del payaso vestido de un blanco puro, y la realidad del ser humano, de alma negra, que lo da vida.

Acto I "Black el payaso"





A menudo ocurre, y esta es la grandeza de los compositores, que una historia simple, casi absurda, se vea contada por medio de una música bellísima. Música llena de aires eslavos, que me recordaban mucho a otra deliciosa obra del mismo compositor: "Katiuska", melancólica, sin ser triste, mas bien centrada en la realidad, y no en la ilusión que la profesión del protagonista debe repartir entre su público, "decid que amáis a Black el payaso" repite hasta la saciedad el protagonista, imponiéndose a si mismo no cegarse ante el lujo y el esplendor de la corte, donde de forma inesperada  ha sido llevado en calidad de rey. Hay pocos momentos cómicos, y los que salen sorprenden que pasaran la censura "Ya no quieren ser reyes ni los payasos" es una frase que a día de hoy tendría, por desgracia, más vigencia que en la época que fue escrita....No sé si entonces motivaría la risa del público. Pero hoy, desde luego que sí.

Para dar vida a los personajes de la obra, contamos con un reparto que por desgracia no estuvo a la altura. Ni siquiera el director musical estuvo a la altura de la obra, por mucho que elevara los decibelios de la orquesta. A pesar de su lectura plana, de un inusitado volumen orquestal, la música, solo ella, me hicieron terminar la obra con satisfacción. Pero al director musical lo hubiera deportado a Siberia, "a contar árboles" que parece ser la única tarea que hay por allí.

No puede ser excusa el desconocimiento de la partitura, ya que a lo largo de su vida se habrá enfrentado a muchas obras desconocidas. Y dudo que a todas le haya dado el mismo tratamiento plano y en "Mezzo-Forte" que le ha dado a "Black". Tampoco puede servir de excusa "El costumbrismo" por que la música tiene aires eslavos. No es una obra "castiza" que cueste trabajo asimilar la lectura adecuada...Todo parece apuntar a un "sacarse de encima" la Zarzuela, para atacar cuanto antes la ópera, obra más conocida. Suspenso en todo el compás, para Donato Renzetti.

EL DIRECTOR DE ESCENA: Emilio Gavira (actor)

El triunfador de la obra sin ninguna duda,  Hizo de narrador de la obra, de hilo conductor de enganche armónico entre la historia que la música contaba y la parte que la música callaba. Sin duda mucha parte de la responsabilidad de que la función fuera tan disfrutable la tiene Emilio Gavira. Gran ACTOR, y gran TRABAJO el suyo. No se echaron de menos los diálogos. Merece por este motivo la primera mención.

BLACK:  Fabián Veloz (barítono)

Fabián es un barítono lírico, de voz escasamente timbrada.que no destaca por un bello color baritonal, mas bien al contrario, exhibe un sonido áfono, con pocos graves y una subida al agudo abierta. Su canto es monótono  sin matices, El día que fuimos la  voz no le corría por la sala y que era fácilmente tapada en cuanto que la orquesta empezaba a sonar, sin que esta llegara a rendir al máximo.

WHITE:  Rubén Amoretti; (bajo)

Rubén Amoretti tuvo mas o menos los mismos problemas que su colega: Una voz pequeña, sin grandes graves, mejor timbrada, pero igualmente monótona en el canto Es otra voz que no corría por el teatro. Cumplió sin mas aunque me gustó mas que la de Black.

CARLOS DUPONT: Javier Galán; (tenor)

Pese a anunciarse como barítono, y haber cantado la parte de Black en alguna ocasión, en absoluto se le puede considerar barítono, ni por timbre, ni por color de la voz, ni por giro de la voz, Otra cosa es que acometa papeles de barítono en Zarzuela debido a la tesitura escrita para estos. A diferencia de sus otros dos compañeros antes mencionados, la voz de Galán si que corría bien por el teatro. Es una voz timbrada, aunque su timbre no sea bonito, mas bien lo contrario, y de fácil agudo. El problema, lo que hace que este cantante sea no apto para pisar un escenario, serio, como es el teatro de la Zarzuela, es su fraseo. Particular donde los haya. Javier Galán convertía en "e" y algunas "aes" a toda vocal tenida. En cuanto la partitura anunciaba una duración de la nota superior a la negra, la vocal escrita para esa nota se transformaba en "e", y esto es algo que me parece absolutamente impresentable.

LA PRINCESA SOFÍA DE SUREVIA: María José Moreno. (Soprano)

Solo la voy a mencionar aquí. Y nada más que  para decir una cosa. El público paga por el espectáculo completo. No es de recibo que esta señora cante este papel a media voz, en modo "ensayo general" para luego darlo todo en el papel operístico. Si considera que los dos papeles son "Mucha tralla" que solo cante uno, pero que lo haga a plena voz. Decepcionante y muy enojosa la actuación de esta cantante.


LA CONDESA DE SARATOV: Trinidad Iglesias;(?¿)

Voy a ser sincero: No sé que clase de voz tiene, por que el 90% de su papel no se oyó. Sin sonar la orquesta era difícil oírla, así que imagínense cuando cantaba en conjunto o tocaba la orquesta. Absolutamente inaudible.


HENRY MARAT: José Manuel Montero; (Tenor)

Dentro de los comprimarios posiblemente el mas aprovechable. Sin ser una voz descomunal, al menos está timbrada, la voz corre, y creo que fue la única que logró pasar la orquesta cuando esta sonaba en todo su esplendor.

Coro del Teatro de La Zarzuela

Sobresaliente como nos tiene  acostumbrados. Lo único que no termino de averiguar es por que le hacen cantar en "Mezzo-Forte" todo el rato. Gran trabajo también del coro del teatro.

¿Y del resto de personajes? Mejor hacemos "Mutis por el foro"

Telón.

Para amenizar el entreacto, "Hacer de un mísero payaso" por Renato Cesari. versión que a mi, personalmente, me gusta mucho.


           


    Acto II "Pagliacci"




Uno de los grandes atractivos de este segundo título es, ¿Para que negarlo? la presencia del barítono Juan Jesús Rodríguez. Mucho más incluso que la presencia de Jorge de León, al que había escuchado por última vez en directo hacia dos años, en la "Tosca" del Real, y desde entonces sólo lo había escuchado por vídeo o por radio, con resultados bastante decepcionantes. Necesitaba volverlo a escuchar en directo y esta era la ocasión.

Pero antes estaba Juan Jesús Rodriguez. Su descomunal actuación en las "Marinas" de hace pocas fechas lo habían convertido en uno de los grandes reclamos de este título. Confieso que me llevé un chasco cuando anunció que no cantaría los dos papeles en la misma función: O hacía Black, o hacia Tonio, pero no los dos juntos. Me decepcionó, pero me pareció lo mas honrado si consideraba que era demasiada "Tralla" para la voz cantarse los dos papeles;  prefería hacer uno bien y a tope, decisión que considero no solo acertada para sí mismo, sino de respeto al público.

Y no decepcionó. El primer plato fuerte esperado es el famosísimo "prologo" que aquí traigo. No es el del día de la función, pero no hay diferencia alguna.

Juan Jesús Rodriguez "Si può" (Pagliacci)


                      

TONIO: Juan Jesús Rodríguez(barítono)

Una voz de barítono de verdad, por timbre, color, por técnica.... Un centro timbradísimo, ancho , cálido, que acaricia los oídos, es un centro que cautiva por la cantidad de matices que muestra. La zona alta del registro no tiene secretos para Juan Jesús: Una técnica sobresaliente que le permite cantar en esta zona sin que su voz pierda color ni brillo: El ataque al agudo es valiente, proyectando la voz hacia la última butaca del teatro. Su técnica es un curso en directo de cómo se pasa la voz, de cómo se deja paso al sonido, de cómo se cubre una voz, sin perder color, ni brillo, ni homogeneidad, de cómo se mantiene la belleza del color baritonal de la voz, esté en la parte de la partitura que esté.

Dramáticamente el personaje está muy bien trabajado. Como todos los personajes de la obra, cuando no están maquillados, son personajes de una bajeza humana sin límites. Enamorado de Nedda que se ríe de el, planea vengarse, y cuando descubre a Nedda poniéndole los cuernos a su marido con Silvio, no duda en avisar a Canio para que los pille "in fraganti". Cosa que consigue, y que provoca el drama que está por llegar. Si Canio no mata a Nedda en el momento es por que el propio Tonio le recomienda prudencia para que el amante se muestre y se pueda vengar de él y sobre todo que se prepare para la función. Canio se muestra conforme y no puede por menos que lamentarse: 

CANIO: Jorge de León (Tenor)


Recitar! Mentre preso dal delirio,
non so più quel che dico,
e quel che faccio!
Eppur è d'uopo, sforzati!
Bah! sei tu forse un uom?
Tu se' Pagliaccio!
Vesti la giubba....

Jorge de León es un tenor lírico ancho, en mi opinión. Hay quien le califica de "spinto" pero a mi no me lo parece. Son opiniones. En cualquier caso son minucias. Por que lo importante es que un cantante me ponga los pelos de punta, en el teatro. Y Jorge, en esta función, volvió a conseguirlo. 
El "Recitar! Vesti la giubba," que se marcó fue sencillamente de escándalo. Hubo quien pidió el "bis" y no era ninguna exageración. 
Técnicamente de dos años para acá ha experimentado una notable mejoría en el centro, más homogéneo, donde ya no hay esas diferencias que había entre las partes mas declamadas y las más ligadas. De ello se benefician la zona de paso y el agudo ya que el ataque  a estas zonas se produce con mas seguridad, y por supuesto, no le cambia el color de la voz en ninguna parte de su tesitura. 
Del agudo.. pues es verdadero placer encontrar un tenor que además de cantar en el centro meta esos "trallazos" arriba. Pero puede mejorarlo. Puede y debe, y para ello debe mejorar el paso. 
La voz está recogida, cierto, pero necesitaría más cobertura, por que de lo contrario terminará abriéndose. El problema es que tal como ataca el paso, donde no usa prácticamente el resonador de máscara, es muy difícil aplicar mayor cobertura. Jorge en mi opinión, debería llevar hacia adelante la voz en el paso, buscar la máscara, cubrir mas la voz, para evitar ciertas notas que tienden a irse para atrás, en particular con la "e" que no parece ser su mejor vocal. 
Dramáticamente compone un personaje que "da miedo" incluso sin abrir la boca. Cuando lo hace, se masca la tragedia. 
Yo lo que oí en el teatro me pareció excelente. No necesita mas que mejorar algo la técnica. He oído por radio cosas muy raras que no quiero volver a oír. Con lo que oí en el Teatro, tiene voz mas que de sobra, y carácter para atacar un "Radamés" o un "Manrico" sin buscar "mas carácter" que no le hace falta. Y lo que si debería evitar hasta dentro de un tiempo, que la voz no le ensanche un poco, los "Calaf" y los "Otello". 

 SILVIO: David Menéndez (Barítono)
Cumplió sin desentonar, lo que tiene su mérito, en el dúo con Nedda. Alguna nota "calada" pero nada importante. Bien.

BEPPE: Miguel Borrallo; (tenor)
La parte que le corresponde a este personaje, es de las mas afortunadas para un comprimario, tiene un aria para lucirse y poco más que hacer. Sin embargo pasó sin pena ni gloria, en una interpretación aburrida del aria. Si a ello unimos una tendencia molesta a "calar" las notas podemos decir, sin ningún temor a equivocarnos, que fué el más flojo del reparto.
Telón
Epílogo
Como en otras ocasiones he comentado, el trabajo de Paolo Pinamonti al frente del teatro de la Zarzuela es de notable alto. Le falta para llegar al sobresaliente cuidar más las voces que pisan el escenario. La diferencia entre la primera obra y la segunda es abismal. Y si en "Black el payaso" a pesar de todo disfruté, lo fué por la música, la maravillosa música del maestro Solozábal, por que las voces, lo siento mucho, no me parecieron dignas de este teatro.
Telón
* Fotos sacadas de la web del teatro de la Zarzuela. 








sábado, 1 de febrero de 2014

La Sonámbula y Celso Albelo en el Liceo de Barcelona.

La Sonámbula

Opera semiseria en dos actos. Libreto de Felice Romani basado en La Somnambule de Eugène Scribe y Germain Delavigne, y La Somnambule ou L’arrivée d’un nouveau seigneur de Eugène Scribe y Pierre Aumer. Música de Vincenzo Bellini. Estrenada el 6 de marzo de 1831 en el Teatro Carcano de Milán.
Una coproducción de la Ópera de Viena y el Covent Garden.




DIRECCIÓN MUSICAL
Daniel Oren

DIRECCIÓN DE ESCENA
Marco Arturo Marelli

ESCENOGRAFÍA E ILUMINACIÓN
Marco Arturo Marelli

VESTUARIO
Dagmar Niefind

ILUMINACIÓN
Friedrich Eggert

COPRODUCCIÓN
Wiener Staatsoper (Viena) / Royal Opera House Covent Garden (Londres)

Orquesta Sinfónica y Coro del Gran Teatre del Liceu

REPARTO

Amina Patrizia Ciofi 27 y 30 Ene, 2, 5, 8, 11, 14 y 17 Feb
        Annick Massis 28 Ene, 1, 4 y 9 Feb

Elvino Juan Diego Flórez 27 y 30 Ene, 2, 5, 8, 11, 14 y 17 Feb
       Celso Albelo 28 Ene, 1, 4 y 9 Feb

Comte Rodolfo  Nicola Ulivieri 27 y 30 Ene, 2, 5, 8, 11, 14 y 17 Feb
               Michele Pertusi 28 Ene, 1, 4 y 9 Feb

Lisa Eleonora Buratto 27 y 30 Ene, 2, 5, 8, 11, 14 y 17 Feb
Sabina Puértolas 28 Ene, 1, 4 y 9 Feb

Teresa Gemma Coma-Alabert

Alessio Alex Sanmartí

Un notari Jordi Casanova

Una obra que no necesita regalar entradas.

No. Para llenar un teatro de ópera solo es necesario dar al público lo que pide. Atraerle al teatro con propuestas que no le hagan dudar de gastarse el dinero.Que es un bien escaso y más hoy en día. Gestionar un teatro de ópera es más fácil de lo que parece, si se trabaja para el público. Cuando se hace para satisfacer egos propios mal curados sucede lo que en Madrid: Que para evitar 1/3 del aforo vacío en un anunciado a bombo y platillo estreno mundial de algo que cuesta trabajo llamar ópera, haya que regalar las entradas, prácticamente.

Y es que la ópera es un espectáculo que resiste agónicamente los ataques de tantos mal llamados aficionados, que solo lo son de ellos mismos, dispuestos a ocupar un teatro y convertirlo en su coto particular. En tal acción los grandes perjudicados son los aficionados de verdad, que disfrutan, pese a lo que pueda parecer, de una diversidad de estilos y títulos que abarcan 4 siglos repletos de obras maestras.

Y la ópera resiste por que todavía quedan voces, muy pocas, pero quedan, de verdad. Voces que no necesitan mas que de si mismas y del talento de su dueño para salir adelante y hacer disfrutar de este espectáculo, como el caso que nos ocupa.

Una obra que necesita cantantes.

Necesita virtuosos. Pero es una obra generosa que devuelve con creces el buen trabajo del artista. Trabajo incansable de horas de ensayo, vocalización, estudio y mejora. La opera se trabaja con la partitura, el piano, el maestro de toda la vida, la sensatez de elegir lo que conviene al cantante y el conocimiento de los propios límites. La ópera necesita divos del trabajo, no de la pasarela, de la pose, del Marketing. El trabajo crea ídolos de granito. El marketing los crea con pies de barro...

Y la Opera no necesita de estos.

Y digo esto, por que en el mundo de la ópera existe una ignorancia galopante en cuanto a lo que cuesta ser cantante. Nadie dice que no se elijan los ídolos que se deseen. Nadie dice que no se opine. Pero si el único argumento es "me gusta/no me gusta" o como en alguno en los foros, la calidad de las sopranos se mide en función de la talla del sujetador, que no se pretenda pasar por ilustrado. Ni se mienta, como cada día que pasa y según quien esté en escena, ocurre.

Pero los tiempos modernos han creado verdaderos "barras bravas" de la ópera, dispuestos a morir por el cantante que han elegido como si de su equipo de fútbol se tratara. Tal forofismo no solo es dañino para quienes no comparten el gusto por el cantante, también lo es para el propio cantante, que abducido por los aplausos,  el "Maestro!!! que bien estuvo anoche", que tanto se lee en Facebook, pierde la realidad y la verdadera noción de las cosas. Por perder pierde hasta el oído, ya que no se da cuenta del deterioro que sufre....El forofismo que crea hasta grupos universales, está dispuesto a mentir lo que haga falta para despejar el camino a su ídolo. Si por ellos fuera no habría otro cantando por el mundo.

Y es esta una aberración que amenaza seriamente a la ópera, por que mantiene en activo verdaderos desechos de la ópera. Y conste que no me estoy refiriendo a solo un cantante. Por que si solo hubiera un cantante en estas condiciones no sería malo. El problema es que hay mas de los que la ópera puede aguantar, por que cada vez somos menos los que nos gustan los buenos cantantes, sean quienes sean y el aspecto que tengan y crecen los forofos del solo uno.......Y entretanto las voces jóvenes muriéndose de asco en un rincón........

Ni tampoco de estos.

Si grave son los ignorantes metidos a críticos en los foros, todavía es peor los mismos ignorantes, sacados de estos foros, como "críticos de nuevo cuño" en recientes publicaciones digitales. Observen lo que escribe este "crítico guay" acerca del desempeño de Celso Albelo:

Su emisión sigue deparando más fortuna en el sobreagudo, brillantísimo y descollante (espléndidos re y si bemol), que en la zona media, menos asentada y homogénea en algunas notas de transición. Domina el canto a media voz y ofreció un precioso 'Prendi, l'anel ti dono', jugando a placer con las dinámicas aquí.

¿Se puede decir un sinsentido mayor? Se puede, pero ya resulta casi imposible, hasta para el firmante de la crónica.

El problema de estos tipos es que quieren parecer críticos de ópera. Un buen critico normalmente sabe sacar lo bueno y lo menos bueno. Y para eso hay que saber. Tener conocimientos. En el caso que nos ocupa, la ignorancia galopa a sus anchas.

Claro que peor fué una crónica anterior donde el firmante no solo muestra que no tiene ni idea. Como manifiesta públicamente un desprecio sin límites hacia el tenor canario, firmó una crónica mintiendo a placer. Que es el juego habitual que se trae en los foros, por cierto.

Señor "critico guay": Un sobreagudo descollante, un dominio de la media voz, un juego "a placer de las dinámicas" pasa sin posibilidad de engaño por una zona media y pasaje a prueba de bombas. Por que el centro y el pasaje, ES DONDE CANTA EL TENOR. La media voz requiere el uso impecable del apoyo respiratorio, de la proyección de la voz. El agudo necesita de un pasaje sólido como una roca. Un pasaje apretado o mal resuelto condena al agudo. El agudo no puede vivir sin un pasaje espléndidamente resuelto. Y el pasaje vive de una zona central homogénea en emisión, proyección, y uso de la respiración.

Por lo tanto, señor "critico guay", si quiere buscar el lado negativo del canto de Celso Albelo tendrá que estudiar un poco. Y a lo mejor, si la inteligencia le acompaña, puede que se dé cuenta que no encontrar nada negativo y reconocerlo, no significa ser un mal crítico. Al revés.

Los ejemplos musicales

Decía Pavarotti que el papel de Elvino era más difícil que el de Arturo, porque con La Sonámbula no se puede engañar al público. Elvino requiere un excelente fraseo en el registro medio y alto. Y añadía que si consiguiera cantarla tal y como debe ser cantada, dominaría el belcanto. Y por lo que vamos a escuchar, el artista canario ha tomado buena nota de esto. 

 "Prendi: l'anel ti dono": Este precioso dúo requiere del tenor un verdadero arsenal de recursos: Comenzando por la dulzura en el canto a media voz sin caer en el empalago,el generoso uso de la sfumatura para crear esa pintura de claroscuros tan sugerente y tan bella.

¿Ustedes creen que sin un dominio absoluto de la zona central de su voz se puede cantar así? Ya les digo yo que no.





"Ah! perchè non posso odiarti " Segundo ejemplo, que como no podía ser menos, vuelve a dejar con sus miserias al aire al "critico guay" que reconoce los bellisimos y brillantísimos ataques al agudo. Ataques directos desde el centro, valientes y rotundos añado yo. Al señor critico se le olvida comentar que, además de la valentía, la voz presenta el mismo color en todas las notas que acomete, cosa que solo es posible si el pasaje esta resuelto y la voz recogida. El paso al sobreagudo requiere un segundo giro al resonador de cabeza, segundo giro que sería imposible ejecutar careciendo de un control absoluto de la emisión y la respiración en la zona central, o zona media que dice aquí el amigo.





Acto I, final: 

Normalmente el último corte que suelo poner sólo sirve como refrendo de lo ya expuesto, y este no iba a ser una excepción. Pero no es un ejemplo inútil, como no suelen ser los ejemplos para refrendar lo expuesto. Sirve para comprobar que los dos anteriores ejemplos no son fruto de la casualidad, que el cantante estaba inspirado y me he aprovechado de ello.





Conclusiones: 

 En la ópera se recoge lo que se siembra. Y las malas elecciones de repertorio y/o la falta de trabajo se pagan caros. Aunque detrás del cantante haya miles de fanáticos dispuestos a aclamarle. Al final el que sale a escena es el cantante, y la garganta que debe responder es la suya. No la del representante ni la de los seguidores .El que se queda sin voz es el cantante, pero esto parece que a muchos se les olvida.

En el lado opuesto, y en Celso Albelo tenemos el ejemplo, lo que otorga reconocimiento al artista es el trabajo. El trabajo constante. La entrada de hoy es buen ejemplo de ello. Y la evolución desde aquella primera Sonámbula de Londres es notoria. En este Blog están los Audios. Quien quiera compararlos comprenderá que lo que escribo es simple y llanamente cierto: Con el trabajo se llega a todos los sitios. Los atajos de Marketing son peligrosos.

Apertil





miércoles, 22 de enero de 2014

Salvemos el festival de Opera de las Palmas



A día de hoy, gracias a personas como Carlos Martinez, el festival de Opera de las Palmas, se mantiene vivo. La amenaza de desaparición ha cesado. Esperemos que el año que viene no tengamos que volver a poner el grito en el cielo. Que el festival de Opera, este y cualquiera que exista, tengan larga vida.

Gracias a todos los que han prestado su apoyo a la causa.


Carlos Martinez, a través de Change.Org ha lanzado la siguiente petición:

"La Constitución establece que "los poderes públicos promoverán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho". La cultura siempre es necesaria, pero más aún en tiempos de crisis y todavía más cuando esa crisis no es solo económica, sino también ética y de valores. La cultura enriquece a las personas, ensancha sus horizontes intelectuales y su sensibilidad, promueve la reflexión y favorece el espíritu crítico. La cultura ayuda a dar respuesta a los problemas, sirve de inspiración, favorece modelos de conducta, hace mejores ciudadanos. Es por eso que los poderes públicos -todos- tienen la obligación de promoverla.
En Las Palmas de Gran Canaria, el director general de la Fundación Canaria Auditorio-Teatro, Don Luis Acosta Ramírez, dependiente del Ayuntamiento, y la Concejal de Cultura Dña. María Isabel García Volta, han propuesto que el Ayuntamiento reduzca drásticamente su apoyo al Festival de Ópera y que la Asociación de Amigos Canarios de la Ópera (ACO) comience a pagar por el uso del teatro la suma de 300.000€.
Esta propuesta hace totalmente inviable que siga existiendo una temporada de ópera en Las Palmas de Gran Canaria y, de hecho, puede incluso suponer la suspensión de la temporada actual, que tiene previsto comenzar en febrero. ACO ha convocado a sus socios en junta para decidir próximamente si continúan o no con la temporada que vienen organizando de forma totalmente altruista desde 1967.
El Festival de Ópera de Las Palmas “Alfredo Kraus” es uno de los más consolidados de España -esta sería su edición 47-, a él acuden desde sus inicios los más importantes cantantes de ópera del mundo (desde Mario del Mónaco y Alfredo Kraus hasta Juan Diego Flórez), sus representaciones atraen a críticos y amantes del género desde todos los lugares del planeta y, sobre todo, cuenta con un público fiel y sólido que responde siempre con un lleno total a todas sus representaciones.
Cada año, ACO pone a la venta 16.000 entradas para las funciones del festival, que cualquier persona puede adquirir en venta libre por taquilla o en calidad de socio de ACO. Es un Festival creado por y para los ciudadanos, supliendo así las carencias que por diferentes motivos arrastra la actividad artística canaria. No hablamos, por tanto, de un proyecto artístico cualquiera, sino de un proyecto consolidado y que cuenta con el apoyo de los ciudadanos.
La desaparición de este festival supondrá un varapalo para la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, la Comunidad Autónoma de Canarias y para la sociedad en su conjunto. Significará que uno de sus estandartes culturales perecerá empobreciendo aún más la oferta artística de la ciudad y de la Comunidad Autónoma. Es ahora cuando hacen falta más actividades culturales, no menos.
Resulta paradójico que esta situación se esté planteando en la ciudad de Alfredo Kraus, uno de los más grandes cantantes de ópera que han existido, y de Benito Pérez Galdós, uno de los mejores escritores que ha dado España y que más contribuyó a reflexionar sobre los duros tiempos que entonces vivía este país.
Todos sabemos cuáles son los programas más vistos de la televisión y cuáles los libros más vendidos. Esa es una decisión personal de cada uno, pero es deber de las Administraciones públicas garantizar la existencia de propuestas culturales que contribuyan a subir el nivel intelectual y educativo, que inviten a la reflexión, que promuevan unos valores de convivencia y unos ideales cívicos que inspiren una sociedad de ciudadanos mejores. Si quienes están al frente de las Administraciones no entienden esto, entonces no saben para qué fueron elegidos.
Por todas estas razones queremos pedir al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y a la “Fundación Canaria Auditorio y Teatro de Las Palmas de Gran Canaria”, que apoyen el Festival de Ópera de Las Palmas organizado por ACO y no exijan el abono por el uso del teatro que, no olvidemos, pertenece a los ciudadanos."
A lo que yo voy a añadir lo siguiente: 
La famosa crisis solo está sirviendo para que los ciudadanos de a pié paguemos impuestos para nada. Se supone que tenemos que hacer frente a nuestras obligaciones con el país, y a cambio tenemos unos derechos que son pisoteados un día si y otro también. El ciudadano de a pié asiste atónito a todo tipo de mangarrufas, que empiezan desde la misma Casa Real y concluyen...no se sabe donde, sin que NADIE le dé su merecido a todos aquellos que están empobreciendo cada día mas a los ciudadanos de este país. Todavía no nos han quitado, aunque no por falta de ganas, nuestra libertad de expresión. Y debemos hacer uso de ella, cuanto más mejor. Y una buena manera de hacerlo es firmar la petición que os pongo a continuación. No te arrepentirás