lunes, 28 de noviembre de 2011

Hablar por no callar. El secreto de un crítico musical

El pasado 26 de Noviembre se celebró en Oviedo un recital homenaje a Alfredo Kraus, con la participación de Leo Nucci y Celso Albelo. La crítica la pueden leer en el enlace:

                       Critica del recital de Oviedo

Crónicas como la del espabilado que la firma , Joaquín Valdeón, son las culpables de alimentar a la multitud de ignorantes que pululan por los foros de Opera, prestos siempre al "corta y pega", sin que sepan que demonios están escribiendo.

Lo primero que llama la atención es la diferencia de criterio: Nucci todo bien, para eso es la leyenda viva, y el otro, como es el debutante, se lleva los palos. No es que sean exagerados, es que son absolutas memeces sin sentido, pero, ¡qué bien queda el crítico....!

Para empezar, señor cronista, el "A mes amis" tiene escritos "do4". En ningún sitio está escrito "reb" . Y estamos hablando de un aria hiper famosa. La irresponsabilidad del cronista ya asoma, cuando ni se preocupa de comprobar las notas escritas en la partitura. Siempre el ladrón piensa que son todos de su condición.

Después se nos descuelga con, refiriendose a Albelo, "una voz que despunta, con facilidad para el agudo, con gusto cantante y techo vocal no muy alto" Y yo me pregunto que demonios es un "techo vocal no muy alto" ¿Pusieron a Celso en el sotano del teatro a cantar???? ¿Sería que el señor Albelo no se subió a un andamio??? ¿O acaso insinúa el crítico que al Señor Albelo le faltan vocales????

Pero queda de lujo decir semejante sinsentido. Dentro de poco lo veremos repetido en los foros de turno, ya lo verán.

Pero no quedó en esto la cosa. Dice refiriendose a "una furtiva Lacrima" "pausada, contenida de dinámica quizá muy ajustada, eficaz en su línea de canto -también con algún truquillo vocal-, siempre cantante" Y se queda tan fresco.

Por partes, lo que ud ha querido decir, probablemente, es que el ritmo de canto era demasiado lento. Algo muy discutible, por cierto, y más después de los "re bemoles" del anterior aria. Y digo probablemente por que sabe Dios a qué se refería.

Pero lo que clama al cielo, lo que es inadmisible, es que suelte lo del "truquillo vocal" que sirve para quedar muy erudito, pero naturalmente no explica cual es el truco vocal que ud detecta. Simplemente se aprovecha de la tribuna periodistica para soltar lo primero que se le viene a la cabeza, hay que rellenar una crónica, sin pensar en que quien lo lee, va a etiquetar a un cantante como un señor que usa "trucos vocales".

Según esto ¿Qué podemos decir de ud, caballero, al hilo de las memeces que ha escrito? ¿Cómo se le puede etiquetar? Como cualquier cosa menos como crítico de ópera o musical. De eso estoy seguro.

Ud creo que no ha entendido que con el pan ajeno no se juega, caballero. Si se escribe algo, explíquese convenientemente, pero no rellene huecos con letras, por que los esfuerzos de las personas que se suben a un escenario merecen una crítica especializada, y no una colección de frases hablando de supuestos defectos o trucos inexistentes, que solo existen en la mente de un crítico, supuesto crítico, absolutamente irresponsable.

Por que por desgracia estas cosas las lee quien no debe y luego se escriben las barbaridades que se escriben en esos foros de "ilustrados", tan "ilustrados" como el crítico...

viernes, 4 de noviembre de 2011

Celso Albelo debuta en el Royal Opera House, con La Sonnambula


Celso Albelo deleita al público del Royal Opera House en su debut en el coliseo inglés en el papel de Elvino. El artista canario nos muestra que el belcanto no es patrimonio exclusivo de voces blancas, canto amanerado, elegíaco, pleno de falsetazos gritados en cuanto la partitura se empina hacia las cumbres. Celso Albelo vuelve a mostrar que la escuela italiana, no solo es válida para el 90 % de la ópera que hoy en día el público demanda, sino que además es capaz de transmitir toda la belleza de la música que escribió Bellini.

Por supuesto que el buen aficionado inglés sabe esto, pero existe una nueva generación de aficionados, entre cuyas principales características, encontramos que tienen una oreja enfrente de la otra para lo que les conviene. Que adoptan la defensa a ultranza de sus ídolos, lo que no estaría mal si la unica consecuencia fuera mostrar la extrema imbecilidad que les acompaña, pero que aprovechando la oportunidad que les brinda Internet, intentan tumbar el trabajo honrado de un artista con argumentos tan de peso como las arrugas en el frac del cantante, son la generación de los que no ven viga en ojo propio y sí paja en ojo ajeno.

El debut

El pasado 2 de Noviembre tuvo lugar la primer función de esta Sonambula con Celso Albelo en el papel de Elvino, Eglise Gutiérrez en el papel de Amina, Michele Pertusi en el papel del Conde Rodolfo, Jihoon Kim§ en el papel de Alessio, Elizabeth Sikora en el papel de Teresa, y Elliot Goldie en el papel de un Notario. La dirección musical corre a cargo de Daniel Oren.

En este último apartado hay que destacar la extrema lentitud en el "tempi" de la obra, echándose en falta un mayor dinamismo. Daniel Oren nos orece una versión muy aburrida, somnífera en muchas ocasiones, más cercana a la música de un funeral que a la de una comedia con ciertos tintes dramáticos. La consecuencia más inmediata de este ritmo tan lento, es que todo el peso de la obra termina recayendo en los cantantes, que deben poseer un legato y un fraseo simplemente perfectos, para evitar que la tensión de la obra se caiga. El belcantismo está centrado en las voces, ellas son las protagonistas, pero desde el foso se las debería prestar un cierto apoyo.

La voz y la música de Celso Albelo.


No es posible cantar una obra Belcantista sin tener un fraseo elegante, sin tener música en cada sílaba que emites, esa música que llevas dentro, que has hecho tuya después de interiorizar la partitura. Porque cantar belcanto es emocionar. Vamos a escuchar el primer corte: "Perdona o mia diletta"




En este corte tenemos todo lo que he escrito antes. Pero hay más. Una emisión sin esfuerzo en el centro, pero rica en matices, y un agudo recogido, sin estridencias, atacado sin notas de apoyo intermedias, lo que aumenta la dificultad. Porque el riesgo que se corre sin tener una técnica excelsa es caer en la estridencia o abrir la voz. O todavía peor, que se truncara el agudo dejándote la garganta destrozada para el resto de la función.

Segundo corte: "Son geloso del zefiro"




Como ya he comentado la dirección musical desluce no poco la obra. Sin embargo, lo interesante de este corte lo tenemos al final. Y es una obra maestra de técnica de canto. Ese "Addio" final con el Do4 en la "i" es de una dificultad portentosa. Más aún cuando se ataca partiendo del centro y sin notas de apoyo. Solo tienes la "A" en fa3 natural para encontrar el apoyo respiratorio necesario para poder colocar el Do4 en su sitio sin abrir la voz. Y no es solo que la nota la des en la "i" Es la pronunciación, perfecta, de la "i". Es una vocal terapeutica, es cierto. Pero exige mucho trabajo.

Tercer corte: D´un pensier e d´un accento



El Belcanto en todo su esplendor de dinámicas y matices que te transporta, te mece, en el océano de una melodía que nace en la garganta de los artistas y que llega al espectador.



Cuarto corte: Tutto è sciolto



Este es el último corte que he preparado. No hay mucho más que comentar de la obra. Pero si podemos hacer otra reflexión, como espectador. La madurez de la interpretación de un papel casi nuevo me lleva a pensar que su "Elvino" tiene unas posibilidades maravillosas. Que esto es solo el principio. El tiempo lo dirá, pero creo que el personaje de "Elvino" será uno de sus mejores papeles.