lunes, 14 de agosto de 2017

Giuseppe Verdi  Aida

SALZBURG FESTIVAL 


© Salzburger Festspiele / Monika Rittershaus

Roberto Tagliavini, The King 
Ekaterina Semenchuk, Amneris
Anna Netrebko, Aida 
Francesco Meli, Radamès
Dmitry Belosselskiy, Ramfis 
Luca Salsi, Amonasro 
Bror Magnus Tødenes, A Messenger 
Benedetta Torre, The High Priestess 
Riccardo Muti, Conductor 

Konzertvereinigung Wiener Staatsopernchor
Ernst Raffelsberger, Choreinstudierung
Wiener Philharmoniker
Angelika-Prokopp-Sommerakademie der Wiener Philharmoniker, Bühnenmusik

Aburrimiento.

Suele suceder que las expectativas excesivas deriven en decepciones. Y en mi opinión es el caso de esta Aida de la que se esperaba bastante más a tenor de la expectación creada. 


Parte de la expectación venía de la mano de Anna Netrebko como Aida, de la que se ha escuchado/leído un buen número de opiniones; Y como no quiero que se pase el momento quiero dar la mía. Y como resumen diré: Aburrimiento. 

Falta tensión.


Riccardo Muti es un gran director, nadie lo duda, lo que no quita que sus lecturas de la partitura puedan adormecer al personal como en el caso que nos ocupa. Tempis excesivamente largos hacían caer la tensión del drama en casi toda la ópera. Y la culpa no era solo de Muti; la absurda puesta en escena, donde no se sabía si estaban cantando la "Flauta mágica".....



 © Salzburger Festspiele / Monika Rittershaus

o cualquier otra cosa impedían relacionar la lectura musical, excesivamente lenta, con la historia que nos estaban contando. Solo en el primer acto el aria "Ritorna Vincitor" discurrió por los cauces de dramatismo que la música requería, o en el cuarto acto "Ahime! .. morir mi sento " con Amneris , Ramfis y el coro de sacerdotes. El resto de la ópera discurrió con cauces de excesivo control, sobre un elenco de cantantes correctos, pero sin brillo.

Aida y Amneris

Son las triunfadoras de la noche, aunque tampoco podamos hablar de un descubrimiento para la historia. Anna Netrebko cumplió dignamente con su papel, con una importante laguna en el tercer acto, donde la soprano quitó peso a la voz para poder atacar las dinámicas de la partitura: Medias voces, pianos, sfumaturas...El resultado en este tercer acto dejó que desear con una afinación mas que dudosa y una emisión apretada, forzada, hasta el punto de desfiatarse en el dúo con Amonasro.
Vamos a darla tiempo a ver si le resulta posible combinar todos los requerimientos que este personaje tiene. Por que, dejando de lado el tercer acto, el desempeño general fue bueno; intensidad, dramatismo, ataques valientes a la zona alta, expresión... pero el tercer acto tiene que mejorarlo. Eso sí. Que nadie espere que va a llegar a los límites de: 



Ekaterina Semenchuk 

Tuvo a su cargo el papel de Amneris. Desde el "streaming" donde escuchaba la ópera no puedo calibrar su volumen, que pareció justito. A cambio ofreció una actuación convincente, lastrada por ciertos "tempis" ya comentados, ofreciendo su cenit en la escena del cuarto acto en el juicio de Radamés. ya que, como comentaba al principio, al menos si parece una voz adecuada al rol. 

Luca Salsi 

En el papel de Amonasro, estuvo correcto. No me emocionó su interpretación del personaje que dejó escapar sin apenas matizarlo. A diferencia de Tagliavini, carece de una elegancia que se adivina necesaria en el personaje. También es rey a fin de cuentas  Y ya es pena que un personaje que es un regalo para cualquier cantante no sepa sacarle partido. Quizá su voz menos timbrada de lo que sería deseable no ayude en el cometido. Saca la partitura adelante sin más. Y si alguien quiere profundizar mas en esto que digo que escuche a este par...


                                                                           

Roberto Tagliavini 

Fué el encargado de dar vida al Rey. Canto elegante, timbrado, perfectamente ligado sacó adelante sin problemas su parte, siempre en estilo, y perfectamente matizado. Ya lo había escuchado en directo en los Puritanos del Real de hace un par de temporadas y no me decepcionó. Su parte es corta y quizá por eso no pueda considerarse un triunfador en toda la regla, pero fue un excelente rey. 

Dmitry Belosselskiy, Ramfis

La verdad es que el desempeño de Dmitry pasó como con Amonasro: Sin pena ni gloria. Como dije en el caso de Amneris, no soy capaz de cuantificar su volumen, que se me antoja escaso. Al igual que en el caso de Amonasro me queda el poso de un personaje que se escapa vivo. Casi lo dicho para Amonasro vale para este Ramfis bastante tosco. 

Francesco Meli, Radamès. 

Uno de mis personajes soñados. Si hay un papel que me gustaría cantar es este. Sin lugar a dudas. Quizá por eso haya pocos Radamés que me convenzan. Y el de Meli no está entre ellos: Ni por voz, ni por credibilidad del personaje.


© Salzburger Festspiele / Monika Rittershaus

Bror Magnus Tødenes, A Messenger y Benedetta Torre, The High Priestess Buenos comprimarios. No es corriente un "Mensajero" tan sólido, pero Bror Magnus lo ofreció.

Buen desempeño del coro.

Apertil.

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