domingo, 2 de agosto de 2009

El publico se merece un respeto.

Llegan crónicas desde Santander, en concreto de la Favorita, y son crónicas que hablan de lo que ya había constatado un servidor de ustedes: El lamentable estado vocal de José Bros. Los "Ducas" que perpetró en Madrid fueron una estafa para todo aquel que había pagado una entrada. Ni una sola nota a partir del fa3 era una nota normal: Era un lamento lloroso desafinado coronado con un gallo. Y eso en todas las funciones. ¿Por qué sigue cantando? En Santander los que asistieron al ensayo general, ya hablaban de que no tenia voz. En la función, tras hacer esperar al publico un buen rato se anunció por megafonía que José Bros padecía una lumbalgia, pero que a pesar de todo cantaba. Y no hay quien se lo crea, por que si tienes lumbalgia el dolor no te deja ni moverte: ¡¡¡Y BROS EMPEZÓ LA FUNCIÓN PORTANDO A CUESTAS UNA CRUZ!!!!! (¿Una premonición de lo que les esperaba a los espectadores?)Amén de que se movía libremente por la escena. ¿Con Lumbalgia? A engañar a quien se deje. El gallo en "Una Vergine" (Traduzcase al Francés, que fue el idioma en el que se cantó) fue, por lo visto, descomunal. Y en el "spirto gentil" ni intentó el Do4. Se agradece, aunque alguno le critica, tal muestra de sensatez.

Señores: Don Carlos Alvarez lleva fuera de los escenarios casi un año si no mas. Tiene problemas, los que sean, que le impiden cantar. Y se ha bajado del escenario y no volverá a subir hasta que no esté en condiciones. Chapeau a Don Carlos. Esto es respeto al publico, y a si mismo. Antes que arrastrarse por un escenario, me bajo de el, soluciono los problemas y vuelvo.

Lo mas lamentable de todo esto, lo mas asqueroso, es que los Talifanes de Bros o de otro tenor, han hecho incontables esfuerzos y los siguen haciendo, sobre todo desde las casas de vecinos, para crucificar a tenores como Celso Albelo, solo por que les pueden hacer sombra a sus protegidos. Y no hay derecho. Celso SE ESTA GANANDO LA VIDA HONRADAMENTE. No estafa a nadie. Y no hay derecho que sinvergüenzas como cierto sujeto de cierta casa de vecinos, escriba que las personas que en Rigoletto aplaudían a Celso eran una Cla, pagada por el propio Celso. Es lícito que no te guste Celso. Pero de ahí a escribir lo que ha escrito media un abismo. ¿Cuál es la consecuencia de todo esto? Que a las personas que nos gusta la Opera, que nos gusta escuchar voces nuevas, nos toca volvernos una suerte de "contra-talifanes", teniendo que arremeter o poner en solfa las cagadas de ciertos cantantes, para intentar evitar que sus seguidores despellejen sin piedad, a todo aquel que intente hacerse un hueco en el deficitario mundo de voces que hay en la opera. Y si no, miren los premios de Operalia de este año. Dan pena. Si estos son los mejores, madre cómo serán los otros.

No hay comentarios: